Almacenamiento, la piedra filosofal de las pilas del futuro

Si el concepto de 'movilidad' ha acompañado durante décadas a la esencia de lo que son las pilas, una nueva idea se añadirá muy pronto a su definición, ya que en unos años esa fuente de energía transportable estará asociada además con el almacenamiento.

El presidente de Ecopilas, José Pérez, tiene claro que conseguir que las pilas almacenen la energía que en circunstancias normales se pierde es 'la piedra filosofal' que revolucionará el futuro de estos productos, 'dentro de unos cuatro o cinco años'.

'Para darse cuenta de que ésta es la clave, no hay más que fijarse en las subidas de consumo de electricidad que se producen en ciertos momentos del día en verano, mientras que hay ocasiones que las turbinas eólicas están dando paletadas sin que toda esa energía se pueda almacenar', ha explicado Pérez en una entrevista con EFE.

Aunque parece seguro que el futuro de pilas y baterías dependerá del desarrollo que se haga de su capacidad de almacenamiento, Pérez cree que 'el cambio de fuente de energía dominante' podría hacer que las pilas 'jueguen un papel muy importante si finalmente es la electricidad la que, según todo indica, sustituye a los carburantes'.

Un ejemplo de que el desarrollo tecnológico ha influido mucho en la evolución de esta fuente de energía para llevar, es la llegada a escena de los teléfonos móviles 'y cómo las baterías han ido reduciendo su volumen y ampliando su autonomía con el cambio en la composición de los metales'.

El litio ha conseguido imponerse frente al níquel y al cadmio, pero con la aparición de los teléfonos inteligentes, que consumen más energía, el sector está investigando 'solucionar ese problema sin que se genere un calentamiento ni una mayor radiación' de las baterías.

La necesidad de reducir el impacto en el medio ambiente es otro de los factores que ha determinado la composición de las pilas que, según relata Pérez, dejaron de contener mercurio -la presencia de este metal no puede superar las cinco partes por millón- ya en la década de los 90 'no sólo para no contaminar, también porque su reciclaje era más sencillo de esta manera'.

En la actualidad, 'casi el 85 por ciento de los materiales que contienen las pilas son aprovechables', desde el carbón que se reutiliza en la fabricación de alquitrán para las carreteras, hasta los restos de zinc y manganeso que vuelven al mercado de materias primas.

Pérez, como presidente de Ecopilas, ha mostrado su satisfacción por la implicación de los españoles en los procesos de reciclaje: el pasado mes de diciembre se recicló el 29 por ciento de las pilas puestas en el mercado, 'lo que supera las directivas europeas que exigen que a finales de 2011 se alcance el 25 por ciento', ha añadido.

'Hay que generar cultura ambiental, pero además se lo hemos puesto muy fácil a la gente: estamos cerca de nuestro objetivo de que haya un punto de reciclaje por cada 1.500 habitantes', ha relatado Pérez.

Este experto defiende la importancia de las políticas de concienciación, que pueden elevar notablemente la tasa de reciclaje como ha ocurrido en autonomías como Asturias, Navarra o Extremadura, donde se supera el 40 por ciento.

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