El Centro Tecnolóxico Téxtil nace con 336.000 euros y funcionará en ocho meses

El Centro Tecnológico del Textil de Galicia ha quedado constituido con un presupuesto de 336.000 euros y con la 'vocación universal de convertir a Galicia en un referente en la investigación del textil', según dijo el titular de Innovación e Industria, Fernando Blanco, que confía que en un plazo de ocho meses pueda entrar en funcionamiento.
La Consellería ha aportado para la constitución del centro 72.000 euros, otros 72.000 euros las tres universidades gallegas y 192.000 euros han sido aportados por ocho empresas. El centro Tecnológico del Textil estará dirigido por Fernando Trebolle, vicesecretario del consejo de administración de Adolfo Domínguez, firma en la que lleva trabajando más de 20 años.

Trebolle incidió en las palabras del titular de Innovación sobre la internacionalización de este centro, ya que el objetivo, subrayó, 'ha de ser investigar y dar servicio desde Galicia a empresas de todo el mundo, no sólo gallegas'.

De las ocho marcas que se han adherido al proyecto, cuya sede estará en el campus coruñés de Elviña, seis son gallegas (Inditex, Adolfo Domínguez, Sociedad Textil Lonia, Roberto Verino, Caramelo y BimbaYLola), a las que se ha sumado el grupo Cortefiel y la valenciana Pikolinos.

Este número de empresas, indicó el conselleiro, deberá ir ampliándose, ya que se trata de un proyecto abierto que tendrá cinco líneas de actuación: servicios, formación, asesoría, I+D para aplicar las nuevas tecnologías al textil, y certificación.

Este último servicio, dijo, pretende la creación de un 'estándar Galicia' que recoja las ventajas competitivas en calidad y coste de nuestra producción.

Recordó Blanco la importancia del sector textil en la comunidad, que representa el 10% de las industrias manufactureras tanto en valor añadido como en empleo, ocupando a más de 17.000 personas y siendo el responsable del 15% del total de las exportaciones gallegas y del 30% del textil nacional.

Por eso, llamó la atención sobre la prioridad de apoyar sus necesidades de crédito, una queja común de todos los sectores, indicó, a la que la que 'la Administración debe responder porque la financiación es el oxígeno de muchas empresas, si no lo hay se para'.

Defendió, en este punto, un instituto de crédito gallego para apoyarlas, pero mientras tanto, y dado que las empresa no pueden esperar a la creación de esa banca pública gallega, 'habrá que reorientar líneas de financiación en función de las prioridades y la número 1 es buscar financiación para las pymes'.

'Hay una gran vinculación entre ellas y el desempleo', subrayó, al poner sobre la mesa los 42.700 comercios existentes en Galicia, que emplean 106.000 personas, por eso la Administración 'tiene que estar con las pymes, que son las generadores de la mayor parte del empleo'.

Esa es la razón, concluyó, por la que Industria 'está valorando valorando la reorientación de algunas subvenciones y buscando la forma en la que podemos avalar o asumir riesgos para que los proyectos de empresas con problemas de financiación salgan adelante, todo ello dentro de las capacidades de la Consellería'.

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