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Cuerpo sano y digital

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photo_camera (Foto: Unsplash)

Seguro que en estos días de descanso has salido a la calle a practicar algún deporte. La situación pandémica nos permite disfrutar de nuestros entrenamientos en el exterior y no debemos desaprovecharlo. Tempus fugit. Lo digo en todos los sentidos, tanto en el de la edad de uno como en la sala de espera de una posible cuarta ola que nos dificulte aún más nuestra presencia al aire libre. 

Durante estos meses hemos recurrido a Internet para encontrar soluciones al suministro y logística diaria, entretenimiento o para la educación de nuestros hijos, y también para mantenernos en forma. ¿Qué aficionado al deporte no se ha bajado un tutorial o una tabla de ejercicios y ha redecorado su casa como si de un gimnasio se tratara? El auge del deporte en casa, teniendo en cuenta las reducidas alternativas a practicarlo en los gimnasios con su reducido aforo y el miedo a la infección, puede que quede entre nosotros durante un largo tiempo. Junto a esta necesidad ha surgido, como comentaba antes, una solución, las clases y profesores de deporte en línea. Pero también ha generado un problema intrínseco al medio, conocer la fuente de información. Elegir la guía que motive a los deportistas y cuyos entrenamientos sean fiables y seguros para la salud es un mal que acecha en internet. 

La dificultad de elección de la mejor fuente en internet ha provocado el crecimiento de los pseudo gurús del deporte. Sólo tienes que darte un paseo por IGTV -Instagram TV-, por youtube o por otras plataformas y disfrutarás de cientos de vídeos con teóricos profesionales, con una cuidada estética, que te prometen, gratis, ese entrenamiento fácil y eficaz desde tu casa. De la misma manera que no nos fiamos de un pseudo eCommerce que nos ofrece duros a peseta, debemos ser cautos cuando lo que queremos es mejorar nuestra salud con entrenadores y buscar plataformas acreditadas. De hecho, los fisioterapeutas ya han notado un incremento de lesionados a causa de los entrenamientos en casa sin ninguna vigilancia ni control. 

Durante los meses más extremos del confinamiento la venta de artículos deportivos para el deporte doméstico acumuló un mercado de 241 millones de euros que supusieron un incremento interanual, solo de abril a junio, de un 137%. El futuro nos dirá si este crecimiento será sostenido en el tiempo por un cambio de hábitos de consumo reales o por una simple solución a un problema temporal. En tiempos anteriores a la pandemia, el entrenamiento online era visto como un competidor de los gimnasios. Durante el confinamiento, las cadenas y entrenadores personales se volcaron en ofrecer servicios digitales de entrenamiento como fuente de mantenimiento del engagement con los socios y clientes. Ahora, después de abrir los centros la mayoría de los gimnasios continúan apostando por esta omnicanalidad, con sesiones por Instagram, Youtube e incluso plataformas propias. Se trata de ofrecer un valor añadido que no se hubiera descubierto si otras circunstancias sanitarias más favorables hubieran acaecido. Incluso, como ha ocurrido en otros sectores, la popularización de los servicios deportivos online también se ha convertido en un nuevo canal para captar otro tipo de perfiles de clientes que quizás no hubieran pensado nunca en apuntarse a un gimnasio presencial.

El cambio de las circunstancias ha generado un giro en el producto que ofrecían los centros deportivos. El producto ya no es el gimnasio, no es necesaria la inversión en una gran infraestructura ni un inmovilizado material ingente. El producto es el bienestar, por lo que los servicios online también serán monetizables. Hace años los gimnasios eran exclusivamente recintos con máquinas de musculación, diferentes clases de deportes de contacto y con una mayoritaria presencia masculina. Ahora son centros democráticos con servicios deportivos para todos los públicos y es muy probable que a partir de ahora giren de nuevo hacia el mercado de la producción de contenidos audiovisuales específicos para ser consumidos desde casa, desde ejercicios de yoga a entrenamientos de alta intensidad pasando por la calistenia. 

Así, el ejercicio online ha dejado de verse como una amenaza para los players tradicionales a ser, como casi todo lo que rodea el ecosistema online, una oportunidad.

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