Dos artesanos gallegos inventaron el 'puntero afinable' que permitirá a los gaiteros tocar piezas musicales sin desafinar en ningún momento, lo que supondrá una 'revolución' para el mundo de la gaita en el ámbito mundial.
Los artífices de este nuevo mecanismo, el artesano Lis Latas y el responsable de calidad del Obradoiro de Gaitas Lis, Pepe Vaamonde, escogieron el Museo do Pobo, ubicado en Santiago de Compostela, para presentar hoy su artilugio.
Los artífices de este nuevo mecanismo, el artesano Lis Latas y el responsable de calidad del Obradoiro de Gaitas Lis, Pepe Vaamonde, escogieron el Museo do Pobo, ubicado en Santiago de Compostela, para presentar hoy su artilugio.
Lis Latas explicó que el 'puntero afinable' nace de la necesidad de los gaiteros de disponer de un instrumento que no desafine y supuso seis años de investigaciones y una inversión propia superior a 120.000 euros.
En este sentido, aclaró que las condiciones meteorológicas condicionan el sonido que emite la gaita y señaló que, cuando un músico toca una gaita tradicional a una temperatura ambiente diferente a las de 21 grados -temperatura óptima para tocar la gaita-, el instrumentista ha de llevar a cabo modificaciones en la 'palleta' -elemento a través del cual sale el aire- o el puntero - parecido a una flauta-.
El segundo creador del artilugio, Pepe Vaamonde, indicó que en condiciones meteorológicas adversas, el gaitero tiene dos opciones: intercambiar punteros de diferentes tamaños o modificar la textura de la 'palleta' -frotándola, por ejemplo-. 'Y aún así, la afinación no estaría garantizada', puntualizó.
REVOLUCIÓN.
Vaamonde explicó que las cinco partes móviles en las que está dividido el puntero permite que el gaitero no tenga que modificar la 'palleta' y señaló que el 'puntero afinable' garantiza en todo momento la afinación del instrumento.
Por ello, los dos inventores destacaron la utilidad 'internacional' de este nuevo mecanismo, puesto que el 'puntero afinable' es aplicable a cualquier tipo de gaita, tanto gallegas como de otras culturas. 'Revolucionará el mundo de la gaita', concluyeron. Por ello no descartan comercializarlo a nivel internacional.
CARACTERÍSTICAS Y VENTAJAS.
El 'puntero afinable', que sale al mercado con un precio de 550 euros, está formado por cinco partes móviles e independientes y su longitud puede ser modificada por el gaitero en función de sus necesidades para conseguir la afinación deseada.
En esta línea, los creadores destacaron las ventajas de este mecanismo y citaron en primer lugar la posibilidad que ofrece a los aprendices gaiteros porque, sin necesidad de dominar el instrumento, tocarán melodías sin ninguna nota discordante.
Como segunda ventaja aludieron a las facilidades que supone para los profesionales al no tener que invertir tiempo en corregir los desajustes sonoros y solucionar con 'rapidez' los problemas de afinación de la gaita tradicional.
SIN APOYO PÚBLICO.
Por otro lado, Lis Latas explicó que tanto él como Pepe Vaamonde invirtieron un total de seis años para desarrollar el puntero, desde 2002, pero puntualizaron que al año siguiente Vaamonde tocó por primera vez en un concierto con este mecanismo. 'Aún sí, preferimos seguir perfeccionando el puntero', aclararon.
Preguntados si habían obtenido algún apoyo institucional, Latas señaló que ellos mismos asumieron la financiación de la investigación y calculó en más de 120.000 euros la inversión total.
'La Xunta opta por invertir en iniciativas de estas características cuando un proyecto es totalmente fiable', lamentó y añadió que este año participarán en las ayudas que la Consellería de Innovación convoca en la categoría de inventos artesanales.
DEMOSTRACIÓN.
El cierre de presentación de este puntero corrió a cargo de ocho gaiteros gallegos profesionales que, acompañados por los instrumentos de tres músicos invitados, tocaron 'Farruquiña chama á porta' para que el público comprobase la eficacia del mecanismo.
Pepe Vaamonde y su hermano Suso, Xosé Manuel Budiño, Iván Costa, Edelmiro Fernández, Brais Monxardín, Anxo Lois Pintos y Bruno Villamar fueron los responsables de amenizar el acto con el sonido de sus gaitas.
En este sentido, aclaró que las condiciones meteorológicas condicionan el sonido que emite la gaita y señaló que, cuando un músico toca una gaita tradicional a una temperatura ambiente diferente a las de 21 grados -temperatura óptima para tocar la gaita-, el instrumentista ha de llevar a cabo modificaciones en la 'palleta' -elemento a través del cual sale el aire- o el puntero - parecido a una flauta-.
El segundo creador del artilugio, Pepe Vaamonde, indicó que en condiciones meteorológicas adversas, el gaitero tiene dos opciones: intercambiar punteros de diferentes tamaños o modificar la textura de la 'palleta' -frotándola, por ejemplo-. 'Y aún así, la afinación no estaría garantizada', puntualizó.
REVOLUCIÓN.
Vaamonde explicó que las cinco partes móviles en las que está dividido el puntero permite que el gaitero no tenga que modificar la 'palleta' y señaló que el 'puntero afinable' garantiza en todo momento la afinación del instrumento.
Por ello, los dos inventores destacaron la utilidad 'internacional' de este nuevo mecanismo, puesto que el 'puntero afinable' es aplicable a cualquier tipo de gaita, tanto gallegas como de otras culturas. 'Revolucionará el mundo de la gaita', concluyeron. Por ello no descartan comercializarlo a nivel internacional.
CARACTERÍSTICAS Y VENTAJAS.
El 'puntero afinable', que sale al mercado con un precio de 550 euros, está formado por cinco partes móviles e independientes y su longitud puede ser modificada por el gaitero en función de sus necesidades para conseguir la afinación deseada.
En esta línea, los creadores destacaron las ventajas de este mecanismo y citaron en primer lugar la posibilidad que ofrece a los aprendices gaiteros porque, sin necesidad de dominar el instrumento, tocarán melodías sin ninguna nota discordante.
Como segunda ventaja aludieron a las facilidades que supone para los profesionales al no tener que invertir tiempo en corregir los desajustes sonoros y solucionar con 'rapidez' los problemas de afinación de la gaita tradicional.
SIN APOYO PÚBLICO.
Por otro lado, Lis Latas explicó que tanto él como Pepe Vaamonde invirtieron un total de seis años para desarrollar el puntero, desde 2002, pero puntualizaron que al año siguiente Vaamonde tocó por primera vez en un concierto con este mecanismo. 'Aún sí, preferimos seguir perfeccionando el puntero', aclararon.
Preguntados si habían obtenido algún apoyo institucional, Latas señaló que ellos mismos asumieron la financiación de la investigación y calculó en más de 120.000 euros la inversión total.
'La Xunta opta por invertir en iniciativas de estas características cuando un proyecto es totalmente fiable', lamentó y añadió que este año participarán en las ayudas que la Consellería de Innovación convoca en la categoría de inventos artesanales.
DEMOSTRACIÓN.
El cierre de presentación de este puntero corrió a cargo de ocho gaiteros gallegos profesionales que, acompañados por los instrumentos de tres músicos invitados, tocaron 'Farruquiña chama á porta' para que el público comprobase la eficacia del mecanismo.
Pepe Vaamonde y su hermano Suso, Xosé Manuel Budiño, Iván Costa, Edelmiro Fernández, Brais Monxardín, Anxo Lois Pintos y Bruno Villamar fueron los responsables de amenizar el acto con el sonido de sus gaitas.
