Con el equivalente a 525 caballos y tracción a las cuatro ruedas, esta versión del Alas de Gaviota ofrece prestaciones de primer orden. Mercedes podría ponerlo a la venta en el plazo de cuatro años.
Puede que su color amarillo fluorescente (AMG Lumiletric Magno, se llama) no sea lo más indicado para vendérselo al público afín a la marca de la estrella, pero desde luego el SLS AMG E-Cell llama suficientemente la atención para fijarse en sus características técnicas.
La potencia se genera en cuatro motores eléctricos colocados cerca de cada una de las ruedas, y en conjunto es de 392 kilovatios (525 caballos), lo que sumado a un par eléctrico y constante de de 880 Newton metro desde 0 a 12.000 revoluciones / minuto, permiten acelerar de 0 a 100 kilómetros / hora en cuatro segundos, dos décimas más lento que el coche con motor de gasolina con 571 caballos.
Las 324 celdas de ión litio que componen la batería están distribuidas mediante módulos a lo largo de túnel central, tanto en la parte delantera como tras los dos asientos, y no interfieren en el confort del habitáculo gracias a que cuando en Mercedes desarrollaron el SLS tenían ya esta versión eléctrica en el pliego de condiciones, lo que también ha permitido mantener sin modificaciones el chasis de aluminio.
Lo que sí se ha modificado ha sido el sistema de suspensión delantera, que abandona el doble triángulo para adoptar un esquema tipo pushrod que permite a los dos motores delanteros enviar la tracción a sus respectivas ruedas.
Los motores eléctricos y sus componentes sufren un notable calentamiento, por lo que el control de la temperatura es tan necesaria como en un motor térmico, y de ello se encargan dos circuitos de refrigeración líquida independientes. Un tercer sistema tiene la misión de mantener a raya el calor enlas baterías, que además disponen de una calefacción auxiliar para mantenerlas en el rango térmico ideal cuando el ambiente exterior es demasiado frío.
El prototipo E-Cell tiene los frenos cerámicos opcionales de la versión comercial, un 40 por ciento más ligeros que los metálicos, y los faros principales son completamente de LED, para evitar el elevado consumo eléctrico derivado de los faros de xenón, incompatibles por esta razón con los coches completamente eléctricos.
Otros detalles de su carrocería son la rejilla con lamas transversales y las entradas de aire laterales y en el capó. Además los cromados han sido sustituidos por piezas en color negro mate.
En el interior adopta una nueva instrumentación que informa sobre la velocidad, el estado de carga de la batería y la autonomía, y en la consola central una pantalla táctil de 10 pulgadas sirve para manejar el sistema de sonido y la climatización. Por último, la unidad de control AMG incorpora los botones para la puesta en marcha, los distintos modos de funcionamiento del control de estabilidad y tres pulsadores para seleccionar la trasmisión directa: P para el estacionamiento, R para la marcha tras y D para empezar a explotar todo su potencial.
La potencia se genera en cuatro motores eléctricos colocados cerca de cada una de las ruedas, y en conjunto es de 392 kilovatios (525 caballos), lo que sumado a un par eléctrico y constante de de 880 Newton metro desde 0 a 12.000 revoluciones / minuto, permiten acelerar de 0 a 100 kilómetros / hora en cuatro segundos, dos décimas más lento que el coche con motor de gasolina con 571 caballos.
Las 324 celdas de ión litio que componen la batería están distribuidas mediante módulos a lo largo de túnel central, tanto en la parte delantera como tras los dos asientos, y no interfieren en el confort del habitáculo gracias a que cuando en Mercedes desarrollaron el SLS tenían ya esta versión eléctrica en el pliego de condiciones, lo que también ha permitido mantener sin modificaciones el chasis de aluminio.
Lo que sí se ha modificado ha sido el sistema de suspensión delantera, que abandona el doble triángulo para adoptar un esquema tipo pushrod que permite a los dos motores delanteros enviar la tracción a sus respectivas ruedas.
Los motores eléctricos y sus componentes sufren un notable calentamiento, por lo que el control de la temperatura es tan necesaria como en un motor térmico, y de ello se encargan dos circuitos de refrigeración líquida independientes. Un tercer sistema tiene la misión de mantener a raya el calor enlas baterías, que además disponen de una calefacción auxiliar para mantenerlas en el rango térmico ideal cuando el ambiente exterior es demasiado frío.
El prototipo E-Cell tiene los frenos cerámicos opcionales de la versión comercial, un 40 por ciento más ligeros que los metálicos, y los faros principales son completamente de LED, para evitar el elevado consumo eléctrico derivado de los faros de xenón, incompatibles por esta razón con los coches completamente eléctricos.
Otros detalles de su carrocería son la rejilla con lamas transversales y las entradas de aire laterales y en el capó. Además los cromados han sido sustituidos por piezas en color negro mate.
En el interior adopta una nueva instrumentación que informa sobre la velocidad, el estado de carga de la batería y la autonomía, y en la consola central una pantalla táctil de 10 pulgadas sirve para manejar el sistema de sonido y la climatización. Por último, la unidad de control AMG incorpora los botones para la puesta en marcha, los distintos modos de funcionamiento del control de estabilidad y tres pulsadores para seleccionar la trasmisión directa: P para el estacionamiento, R para la marcha tras y D para empezar a explotar todo su potencial.
