El simple hecho de utilizar tecnologías de información y comunicación más eficientes ahorraría a los clientes 630.000 millones de euros y serviría para rebajar un 15 por ciento la emisión de gases de efecto invernadero en 2020 (casi 8 billones de toneladas de CO2).
Esta es una de las conclusiones incluidas en el Libro Blanco de Green ICT, un estudio europeo realizado por la ONG (GeSi) y por un grupo de empresas del sector de las tecnologías de la comunicación que propone una serie de medidas para ahorrar costes y contribuir a la lucha contra el cambio climático.
El estudio, que recuerda que sólo el sector de las tecnologías de la información es responsable del dos por ciento de las emisiones que se generan cada año (unos 600 millones de toneladas) en el mundo, insta a las compañías a utilizar tecnologías limpias y a promover hábitos de consumo más sostenibles.
Entre otras medidas, el Libro Blanco propone explotar al máximo el teletrabajo (con comunicaciones unificadas que permitan trabajar con las mismas herramientas que en la oficina), aumentar las videoconferencias en detrimento de los desplazamientos y viajes, promover la eficiencia energética de los edificios e implementar medios técnicos eficientes.
En la presentación de estudio, el director general de red.es, Sebastián Muriel, ha destacado la importancia de utilizar todos los mecanismos y tecnologías que existen para ser más ecológicos y socialmente responsables.
Algo tan fácil como usar el DNI electrónico (ya se han expedido casi diez millones), no sólo facilitaría los trámites y las relaciones entre los ciudadanos, las empresas y la administración, sino que además contribuiría a rebajar la contaminación ambiental, ha asegurado.
Si el diez por ciento de los trabajadores tuviera facilidades de teletrabajo, se ahorrarían más de 22 millones de toneladas de CO2 al año y cada millón de declaraciones de la renta que se presentan por internet, supone una tonelada de emisiones menos, por no hablar de lo que ahorraríamos si sólo las operadoras de teléfono enviasen sus facturas por internet, según Muriel.
Todas estas herramientas no son ciencia ficción, sino tecnologías reales que deben ser impulsadas desde la Administración y las empresas, ha subrayado.
Por su parte, la directora general de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente, María Jesús Rodríguez de Sancho, ha destacado que las tecnologías limpias no sólo contribuyen a luchar contra el calentamiento global, sino que además aumentan la productividad y la competitividad de las empresas españolas.
De hecho, ha precisado, hay que dejar de pensar que las políticas ambientales son un freno a la competitividad y empezar a asumir que también conllevan beneficios económicos.
El estudio, que recuerda que sólo el sector de las tecnologías de la información es responsable del dos por ciento de las emisiones que se generan cada año (unos 600 millones de toneladas) en el mundo, insta a las compañías a utilizar tecnologías limpias y a promover hábitos de consumo más sostenibles.
Entre otras medidas, el Libro Blanco propone explotar al máximo el teletrabajo (con comunicaciones unificadas que permitan trabajar con las mismas herramientas que en la oficina), aumentar las videoconferencias en detrimento de los desplazamientos y viajes, promover la eficiencia energética de los edificios e implementar medios técnicos eficientes.
En la presentación de estudio, el director general de red.es, Sebastián Muriel, ha destacado la importancia de utilizar todos los mecanismos y tecnologías que existen para ser más ecológicos y socialmente responsables.
Algo tan fácil como usar el DNI electrónico (ya se han expedido casi diez millones), no sólo facilitaría los trámites y las relaciones entre los ciudadanos, las empresas y la administración, sino que además contribuiría a rebajar la contaminación ambiental, ha asegurado.
Si el diez por ciento de los trabajadores tuviera facilidades de teletrabajo, se ahorrarían más de 22 millones de toneladas de CO2 al año y cada millón de declaraciones de la renta que se presentan por internet, supone una tonelada de emisiones menos, por no hablar de lo que ahorraríamos si sólo las operadoras de teléfono enviasen sus facturas por internet, según Muriel.
Todas estas herramientas no son ciencia ficción, sino tecnologías reales que deben ser impulsadas desde la Administración y las empresas, ha subrayado.
Por su parte, la directora general de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente, María Jesús Rodríguez de Sancho, ha destacado que las tecnologías limpias no sólo contribuyen a luchar contra el calentamiento global, sino que además aumentan la productividad y la competitividad de las empresas españolas.
De hecho, ha precisado, hay que dejar de pensar que las políticas ambientales son un freno a la competitividad y empezar a asumir que también conllevan beneficios económicos.
