Google Stadia (129 euros con Chromecast, mando Stadia y tres meses de servicio Premium, gratuito en modo standar 1080p) es la primera plataforma de "streaming" de videojuegos de Google y tras un par de meses de incertidumbre aumenta poco a poco sus posibilidades con la intención de convertirse en el gran referente de los juegos por "streaming", un mercado en alza en el que comparte protagonismo con las propuestas de Sony ("Playstation Now") y Microsoft ("Game Pass").
Google ha introducido una nueva actualización que permite jugar a resolución 4K a través del navegador Chrome. Su catálogo supera los 25 juegos, entre los que destacan Borderlands 3, Darksiders Genesis, Dragon Ball Xenoverse 2 y Ghost Recon: Breakpoint y Destiny 2.
"Stadia" permite a sus jugadores mover la partida de un dispositivo a otro de manera automática, de tal forma que si el usuario está jugando en el ordenador y se ve obligado a cambiar al móvil porque tiene que salir de casa, puede parar la partida en el ordenador y automáticamente recuperarla desde el punto exacto en el que se ha quedado en el smartphone.
El gran rival de "Stadia" es el "Game Pass" de Microsoft, que permite jugar decenas de títulos en PC (cuatro euros al mes) o Xbox One (9 euros al mes).
La japonesa Sony, con "Playstation Now" (60 euros 1 año, 9,99 euros un mes) permite a los subscritores disfrutar de cientos de juegos de PS4, PS3 y PS2 en una consola PS4 o en un PC en resoluciones 720pHD o Full HD de manera inmediata.
El último en sumarse de manera completa a esta carrera es Nvidia con la versión comercial de "Geforce Now" (modalidad gratuita y modalidad Premium con efectos RTX de última generación a 5,50 euros al mes). En este modo el jugador podrá disfrutar de sus juegos (adquiridos previamente en tiendas como Steam) instantáneamente casi cualquier portátil, PC de escritorio, Mac, Shield TV o dispositivo Android.
La industria cada vez invierte más dinero en el hardware deslocalizado, con servidores que utilizan avanzadas tarjetas gráficas y procesadores (Stadia ofrece a cada jugador más de 10 teraflops, 6 veces más potencia que una PS4), con latencias que si bien no pueden competir con el tiempo de respuesta de las consolas y ordenadores ofrecen estabilidad y fluidez en juegos para un solo jugador.
