El Carnaval de Río mira a sus orígenes africanos

Un conquistador europeo, durante el desfile (ANTONIO LACERDA)
photo_camera Un conquistador europeo, durante el desfile (ANTONIO LACERDA)

El sambódromo de la segunda ciudad más grande de Brasil se llenó por segunda noche consecutiva para recibir a un desfile con alto contenido africanista y en el que aparecieron por primera vez los drones

El carnaval de Río de Janeiro celebró ayer su segunda noche de desfiles, en la que las escuelas de samba escarbaron en sus raíces africanas e innovaron usando drones.

El desfile más esplendoroso, rico en cada detalle, y que arrancó de sus asientos a los 72.500 espectadores que abarrotaron el sambódromo fue el de la "escola" Beija-Flor, que estaba dedicado a Guinea Ecuatorial. Beija-Flor aprovechó a conciencia la millonaria financiación que le brindó el Gobierno del país africano y realizó un desfile grandioso, con carrozas enormes y lujosas y disfraces muy trabajados.

Los conquistadores españoles, portugueses, ingleses, holandeses y franceses fueron retratados en las carrozas con rostros feroces y los ojos inyectados en sangre, que adquirían un ademán aún más peligroso al son frenético y machacón de la percusión.

El tema africano también centró el desfile de Imperatriz Leopoldinense, escuela que homenajeó al líder sudafricano Nelson Mandela y su lucha contra el "apartheid" y fue recordado por la escuela de São Clemente con una alusión a Zumbi dos Palmares, uno de los líderes de un movimiento antiesclavista del Brasil del siglo XVII.

Una de las carrozas más impactantes de Portela estaba presidida por una enorme águila blanca, el símbolo de la escuela del barrio de Madureira, que de forma algo surrealista, extendía las alas y se transmutaba en la estatua del Cristo Redentor. También dedicó varios disfraces a la playa, al intenso tráfico de la segunda mayor ciudad de Brasil y, como no, el fútbol.

El sambódromo tuvo un momento innovador y sorprendente con la escuela de Portela, que se atrevió a introducir en su desfiles dos elementos tecnológicos y voladores que dejaron boquiabierto a buena parte del público y lo elevaron a las alturas.

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