Fuentes del Louvre han indicado que evaluarán el altercado durante el día pero que todavía no han decidido tomar acciones legales sobre el atacante. "Estamos esperando una reacción de la dirección", precisaron fuentes del museo. Según la primera visual, el cuadro no ha sufrido daños, ya que está protegido por un cristal antibalas.
Un usuario en Twitter describió el ataque como: "esto es una locura para mí pero un hombre vestido de anciana ha saltado de una silla de ruedas y ha intentado romper el cristal a prueba de balas de la Mona Lisa. Luego ha procedido a embadurnar el cristal con tarta y arroja rosas por todas partes, antes de ser abordado por la seguridad".
No es la primera vez que el cristal que protege el cuadro ha salvado el lienzo, ya que, en 2009, también lo protegió del ataque de una taza. En 1974, cuando fue cedido a Japón, había sido víctima de un spray rojo, ataque que también salvó el cristal. El cristal fue colocado después de que, en 1957, un visitante boliviano dañase la pintura con una piedra.
