La sensata respuesta de una trabajadora de un supermercado a sus vecinos

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La mujer recibió un anónimo en el que le pedían que dejase el edificio por trabajar en el establecimiento "no queremos más riesgos", decían

Casi un mes de confinamiento. En todo ese tiempo a la sociedad española le ha dado tiempo a mostrarse como un ejemplo para otras de otros países, un referente y espejo que refleja que lo mejor de uno mismo puede salir en los momentos más complicados, casi siempre. 

En un bloque de edificios de Cartagena, las lágrimas de un niño de 10 años por una nota anónima deslizada bajo la puerta fueron la gota que colmó el vaso de una madre, trabajadora de un supermercado, a la que sus vecinos le "recomiendan" que se busque otra vivienda durante el estado de alarma por el coronavirus.

La nota, que dice "Somos tus vecinos y queremos pedirte por el bien de todos que te busques otra vivienda mientras dura esto ya que hemos visto que trabajas en un supermercado y aquí vivimos muchas personas. No queremos más riesgos".

La respuesta, que Miriam Armero (la mujer aludida) colgó en el portal de su edificio junto al anónimo no tiene desperdicio. En la educada respuesta, Armero afirma que "no tenéis que venir a darme lecciones de limpieza cuando soy la primera que no puede darle un beso a mis hijos cuando llego a casa hasta que me he desinfectado y lavado" y añade "la próxima vez, en vez de tanto aplauso a las 20:00 horas, tened un poco más de empatía por las personas que tenemos que trabajar y tenemos familia".

Por último invita a los vecinos a timbrarle directamente y así harán llorar a su hijo de diez años, que según relata, fue quien encontró la nota.

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