Un fin de semana con las mejores condiciones meteorológicas, en donde el sol acompaña asomando desde primera hora en la montaña, en un cielo totalmente despejado.
Más de medio millar de esquiadores se deslizaron este sábado por las pistas de Manzaneda disfrutando de la naturaleza, llegados diferentes puntos de la geografía gallega y Portugal mayoritariamente.
Las cerca de 600 plazas de aparcamiento se quedaron nuevamente pequeñas, dejando a los esquiadores lejos de las taquillas, pero con un servicio de autobús gratuito que les acercaba a las instalaciones.
El ambiente que se vivió este sábado en la estación de montaña era de un lleno total y con cientos de familias, grupos y amigos disfrutando de los deportes de invierno en una temporada en la que el esquí está de auge en Manzaneda.
Otro fin de semana perfecto dejaba cientos de esquiadores, snowboarders y trineos bajando por las 7 pistas abiertas, con un total de más de 5 kilómetros esquiables. Las previsiones iniciales apuntaban a que se abriría alguna pista más, pero finalmente no fue posible. La Tasquiña, el pequeño bar situado a los pies de las pistas, era un auténtico hervidero de gente, durante toda la jornada.
Muchos de los usuarios de la estación de montaña afirmaban que este invierno ya subieron varias veces, como Maxi Hervella: “Eu viñen xa varios días da semana, hai menos xente”. Todos resaltan el buen momento que está viviendo la instalación y la labor que están haciendo los cañones de innivación durante estas semanas.
DESFILE DE ANTORCHAS
Una de las grandes sorpresas de este fin de semana fue el descenso de antorchas, tradición recuperada después de muchos años sin realizarse.
Pasadas las 20,00 horas más de una veintena de esquiadores, todos ellos personal de la estación y de la escuela de esquí, bajaban desde la cima con sus antorchas encendidas, dibujando una serpenteante figura a lo largo de toda la pista. A la llegada, les recibía una tirada de fuegos artificiales en la Tasquiña.
CARTEL DE LLENO
La nieve se convierte en un estímulo para la comarca, que este fin de semana ha recuperado una notable actividad económica.
No solo las instalaciones de la estación de montaña se llenaron, sino que en Trives y Manzaneda las plazas hosteleras se cubrían en su totalidad nuevamente. Este fin de semana, al caer la tarde del sábado, la villa trivesa si regaló una auténtica estampa de turistas paseando por sus calles.
