El muralismo ha llegado para quedarse en Castro Caldelas. Con la mayoría de los nuevos murales prácticamente terminados, vecinos y visitantes pueden ya disfrutar de unas obras que embellecen la villa y la Ribeira Sacra.
Durante una semana, cinco artistas de gran prestigio dieron forma a sus obras y reflejando en este arte urbano a los ciudadanos de la villa. Con estos trabajos se aumenta la 'ruta dos murais' ya existente en la Ribeira Sacra.
Varios vecinos eran, pese al mal tiempo, los que este fin de semana paseaban sus calles para disfrutar de estas nuevas pinturas que engalanan cinco fachadas y que al mismo tiempo plasman lugares y tradiciones muy arraigadas en Caldelas.
El ritual purificador de la Festa dos Fachós y la quema del fachón gigante es el tema que se puede ver en uno de los murales del centro de la localidad. Muy cerca de este y también en un espacio céntrico de la villa otra artista cubría otra fachada con plantas autóctonas del lugar.
En la bajada hacia el centro de salud, al lado de la pescadería, como si de una gran postal se tratara, otro mural trasporta a los vecinos a las vistas que ofrece el mirador de Matacás, en plena Ribeira Sacra. Este arte también llega a las inmediaciones del centro médico del concello. Allí otro artista pintó una vaca con una mujer encima.
Las formas de expresión también varían y a la salida del pueblo en dirección a Ourense, un gran mural pintado con una técnica diferente a los anteriores, transforma la pared de un edificio en la tradicional Danza das Cocas de Santa Tegra.
Los vecinos caldelaos no hablan de otra cosa dejando claro que el muralismo está en auge.
