En 20 años, el Campus acudió 92 veces al defensor de la UVigo

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photo_camera Foto de familia del Tribunal de Garantías en el Campus vigués. Argimiro Rojo, tercero por la izquierda en la fila inferior.

El Tribunal de Garantías que presidía el celanovés Argimiro Rojo se transformará en un valedor

Independiente e imparcial. Son dos características del Tribunal de Garantías de la UVigo, un órgano colegiado que ejerce de defensor de los derechos de toda la comunidad universitaria (alumnado, profesorado y personal de administración y servicios). El celanovés Argimiro Rojo se despide de la presidencia de este órgano después de dos mandatos. El Tribunal de Garantías de la UVigo desaparece después de veinte años para convertirse en un valedor universitario, es decir, una defensoría unipersonal. El Campus de Ourense solo representa un 14% de las quejas y consultas emitidas desde 1999.

"¿Mi opinión? Tengo que respetar al claustro que decidió cambiar esto. Le deseo todo el éxito a la nueva figura. Tiene ventajas y desventajas. El Tribunal de Garantías permitía conocer, a través de los representantes de los sectores universitarios, la realidad de una manera directa. Cuando llegaba una queja, tenía conocimiento casi privilegiado a través de los miembros. Luego la ventaja democrática de que es más representativo. Ahora, me imagino que las resoluciones serán más ágiles porque solo dependen del criterio de una persona", explica Rojo. Con todo, el valedor tendrá un comité asesor, aunque sin capacidad de decisión.


Falta de visibilidad


El alumnado es el sector que más quejas envió al Tribunal de Garantías, más del 70% de las recibidas. En el Campus de Ourense se registraron 92 expedientes en veinte años, una cantidad que Argimiro Rojo valora así: "Una de mis insatisfacciones como presidente es no lograr suscitar en el Campus de Ourense y en el de Pontevedra una mayor visibilidad del Tribunal de Garantías. Nos hubiera gustado que hubiera más reclamaciones en el Campus de Ourense". No ha sido por falta de información, ya que el Tribunal de Garantías realizó varias acciones de publicidad en los tres Campus.

Entre los logros del Tribunal de Garantías está la creación y participación en redes de defensorías internacionales, a veces impulsadas desde la UVigo. Este órgano también realiza recomendaciones y, entre ellas, destaca el impulso en de un protocolo contra el acoso o la lucha por la conciliación. 


Argimiro Rojo. "La conciliación es un problema arrastrado"Argimiro Rojo


Después de dos mandatos al frente del Tribunal de Garantías, Argimiro Rojo se dedicará, en su condición de politólogo, a la investigación y divulgación de temas de gobernanza global. "Cómo hacer frente desde la política a los grandes problemas del planeta", apunta. Además, es presidente de la Red Iberoamericana de Defensorías Universitarias. Este logro, desde el Tribunal de Garantías, se une a otras redes de las que forma parte la UVigo como la Rede de Defensores Universitarios de Galicia; la Rede de Valedores/Provedores do Estudante da Eurorrexión Galicia-Norte de Portugal; la Conferencia Estatal de Defensores Universitarios de España o la Red de Organismos Defensores de los Derechos Universitarios de México y la European Network of Ombuds in Higher Education.

Más del 70% de las quejas que recibió son del alumnado. ¿Es igual de elevado el porcentaje en el que se le ha dado la razón?

Se les acaba dando la razón en la mayoría de los casos. Suelen reclamar mayoritariamente por disconformidad con calificaciones, pero en este caso concreto no es habitual que se les de la razón.

¿Los casos de plagio preocuparon en la UVigo?

Ha habido casos pero puntuales. Hemos mostrado preocupación. Las nuevas tecnologías facilitan copiar y lo que hay que hacer es legislar para el uso debido de ellas. Hemos puesto el foco en estos casos para que no se repitan hechos tan lamentables y que afectan a la imagen de la universidad.

¿Qué herramientas tiene la UVigo para evitarlo?

Se trata de prevenir, y en algunos casos se ha utilizado algún procedimiento técnico.

El Tribunal de Garantías recomendó la creación de un protocolo de acoso ante la detección de un caso. ¿Se ha avanzado?

Sí. Se ha trabajado y está funcionando ya. Es uno de los logros de los que nos alegramos.

La conciliación familiar es otra de las demandas. ¿Sigue siendo un problema en la UVigo?

Es un tema central porque afecta a muchas personas y se viene arrastrando desde hace tiempo. Se exige que todo el personal tenga derecho a conciliar su vida laboral con su vida familiar. Somos conscientes de que esa demanda no se atiende satisfactoriamente.

¿Qué ha de tener un defensor universitario?

Se requiere a una persona de prestigio, experiencia y que esté identificada con el cargo. Debe conocer bien de qué va esto de la defensoría universitaria, que se crea para defender los derechos y libertades de toda la comunidad universitaria. Velar por la legalidad. A partir de ahí, velar por la calidad universitaria en todas sus manifestaciones. Pero que se identifique con su cargo. 

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