El Campus de Ourense tiene cinco catedráticos más, los primeros tras una década. El más alto rango de la universidad tiene precio: "la eternidad", como definen el proceso los que estrenan distinción. La crisis del 2008 paralizó el proceso, ya que se instauró la tasa de reposición cero en las universidades y todas las convocatorias quedaron paralizadas. Alguno se jubiló por el camino. Sientan cátedra José Luis Alonso, José Manuel Domínguez y Gil Garrote, del área de Ingeniería Química e Inés Iglesias Canle, de Derecho Procesal. El quinto es Migel Ángel Michinel, de Derecho Internacional Privado, cuya cátedra está ligada al Campus de Vigo aunque él también trabaja en As Lagoas.
Canle es la única catedrática y son solo cuatro las mujeres de esta convocatoria en toda la UVigo, del total de 23 distinciones. El rector, Manuel Reigosa, reflexiona sobree ello: "O número de mulleres catedráticas é moi pequeno. Imos tentar conseguir unha universidade absolutamente igualitaria". Canle se acreditó en 2012 para ser catedrática. "Tiven que esperar oito anos a que a toma de posesión se fixese realidade. A carreira académica é de fondo", dice. Comparte la reflexión de Reigosa: "Ser catedrática non é doado e tes que conciliar. Para chegar aquí tiven que traballar moito, como todos. Pero tes que conciliar e sacrificar tempo".
Proyectos ligados a Ourense
Michinel es el primer gallego en conseguir una cátedra en Derecho Internacional Privado. "Es un estímulo para investigar con más ganas y menos estrés por la promoción", apunta.
José Manuel Domínguez ha esperado má de 11 años. "En aquel momento fui de los más jóvenes". El proyecto que presentó ante el tribunal está vinculado a Ourense. "El objetivo es activar el sector agroalimentario en una provincia rural, aplicando ingeniería química para revalorizar residuos que se consideraban desperdicios".
Gil Garrote es el más joven que obtiene la cátedra. "Esperé siete años y medio, mucho tiempo. Soy el primer decano que estudió en la facultad de Ciencias". El proyecto que presentó acaba de obtener 180.000 euros de financiación.
José Luis Alonso ve la cátedra como un "premio a 27 años de trabajo, una inyección de energía". En 2009 consiguió la acreditación. Siempre ha trabajado en las tecnologías de biorefinería. "Lo más reconfortante es que los alumnos muestren interés en lo que enseñas".
Inés Iglesias, Derecho Procesal
"Lin a tese embarazada e saquei a oposición con dous pequenos"
Inés Iglesias Canle es la única catedrática del Campus de Ourense en esta convocatoria. La descompensación evidente–la UVigo tiene 109 catedráticos y 39 catedráticos–también la hace reflexionar sobre los esfuerzos para llegar a esta distinción. "Son nai, lin a tese embarazada e saquei a oposición con dous pequenos. O reitor explicou que o número de catedráticas eran poucas. Esta é unha carreira de fondo que supuxo un sacrificio persoal. Veráns facendo investigacións no estranxeiro, renunciar a tempo coa familia...", explica. "Ter este recoñecemento e poder exercer como catedrática é moi gratificante, ademais non veño do mundo do dereito. Na miña familia son todos médicos", apunta. "Considero que como feminista, tiña unha débeda coa sociedade e as mulleres. Neste sento, fago realidade o meu compromiso e a miña coherencia de vida".
José Luis Alonso, Ingeniería Química
"Llevo 27 años esperando este momento"
José Luis Alonso comenzó en 1993 como profesor en la UVigo. "Llevo 27 años esperando por este momento", confiesa este ingeniero químico. Lleva una década centrado en la obtención y evaluación de prebióticos: "Son ingredientes alimentarios capaces de llegar al colon y provocar cambios positivos en la microbiota intestinal, mejorando la salud de las personas", explica. Cuando estaba estudiando Químicas, Alonso lo hacía con la idea de trabajar en la industria. "Por cincunstancias, acabé matriculándome en un programa de doctorado de la UVigo y luego ya continué, hasta ahora". El proceso ha sido duro y largo, pero "estoy muy contento por haberlo logrado después de tanto tiempo y tantos contratiempos para conseguirlo este año".
Gil Garrote, Ingeniería Química
"Desde pequeño sabía que quería dedicarme a las Ciencias"
El decano de la facultad de Ciencias es ahora catedrático. "Llevo desde el siglo pasado dedicado a la carrera docente e investigadora. La cátedra es una forma de reconocer tu trayectoria, un acicate para seguir trabajando. También te da una repsonsabilidad mayor", explica Garrote. Aún con los siete años y medio que ha esperado para ser catedrático, apunta que "somos unos privilegiados y no podemos quejarnos. Pero también dices: 'Estaba a punto'. Pero nunca es tarde si la dicha es buena", cuenta. Trabaja con biomasa vegetal para producir biocarburantes. Uno de los proyectos en los que participa está relacionado con especies invasoras del monte gallego. "Desde pequeño sabía que quería dedicarme a las Ciencias, en el instituto ya me daba igual qué Ciencias".
Miguel Ángel Michinel, Derecho Privado Internacional
"Le di clases a todas las promociones de Derecho de Ourense"
Miguel Ángel Michinel está ligado a la facultad de Derecho desde hace 25 años. "Le di clase a todas las promociones de Derecho del Campus. Me incorporé a la carrera con la idea de que acabaría en Ourense, de hecho empecé mi tesis cuando se creó esta facultad", dice. La UVigo sitúa su cátedra en el Campus de Vigo, donde también da clases en la facultad de Ciencias Xurídicas e do Traballo. El Derecho Privado Internacional, su área, tiene un papel importante en la pandemia. Toca temas como el ámbito electrónico, la regulación de la inteligencia artificial, las plataformas de comercio electrónico... "Influyó durante el covid en reclamaciones de transporte aéreo, la logística internacional, la compraventa de mascarillas de China, por ejemplo", explica.
José Manuel Domínguez, Ingeniería Química
"Creo que soy el acreditado más antiguo de España"
José Manuel Domínguez sostiene que esperó "una eternidad" por la cátedra. "Creo que soy el acreditado más antiguo de toda España, hace 11 años y 6 meses ya", explica. Este ingeniero químico valora sobretodo las 21 estancias de investigación en centros de Estados Unidos, Italia, México, Brasil, Argentina y Portugal a lo largo de su carrera. Trabaja en la conversión de los residuos del sector alimentario en productos con valor añadido, como aditivos alimentarios y plásticos biodegradables. "Ser catedrático te da un plus, es un impulso para conseguir más proyectos. No es lo mismo presentarte a una convocatoria siendo catedrático que profesor titular", explica. Pone en valor la provincia: "Por Ourense se apuesta poco, deberían tenerlo en cuenta".
