Las tecnologías de detección inteligente se han convertido en parte de la vida cotidiana y cada vez es más común utilizar sensores para mejorar la vida diaria de las personas en múltiples áreas, desde lograr una atención médica mucho más personalizada hasta aumentar la seguridad de conductores y peatones. en las carreteras. Consciente de esta realidad, acaba de ponerse en marcha NextPerception, un consorcio en el que participan los principales actores europeos de la salud, el bienestar y la automoción, entre ellos la Universidad de Vigo, que, avalada por toda su experiencia en sistemas de comunicación 5G, será la encargada de diseñar nuevas arquitecturas y tecnologías de comunicación y distribución del ordenador en el marco de estas nuevas redes de comunicación.
El catedrático de la Facultad de Ingeniería de Telecomunicaciones Felipe Gil será el responsable en la UVigo del proyecto. "O resultado deste traballo busca permitir a creación de novos sensores que capturen un volume maior de información, de xeito que se poida utilizar para implementar novas aplicacións intelixentes que hoxe non son posibles pola falta de datos", explica. Se trata de desarrollar la próxima generación de sensores de percepción inteligente y mejorar el paradigma de inteligencia distribuida para construir "solucións de monitorización versátiles, seguras, confiables e proactivas" para problemas de salud, bienestar y automotrices.
El presupuesto total del proyecto, que durará hasta 2023, es de 28,7 millones de euros, de los que la Unión Europea financia 8,7 millones y el resto corre a cargo de los estados miembros a los que pertenecen los participantes, conformados por 43 socios de siete países, liderados por VTT, el centro de investigación técnica finlandés, una institución pública líder en Europa en desarrollo tecnológico.
Si bien el potencial de los sistemas de detección inteligente va más allá de la atención médica y el tráfico, el proyecto Next Perception está trabajando en tres casos de uso con los que demostrar la viabilidad del enfoque para abordar estos desafíos. En este sentido, el valor del proyecto, según sus impulsores, no está solo en el desarrollo de plataformas de sensores de toma de decisiones proactivas y confiables con inteligencia integrada, sino también en su aplicación en una serie de casos de uso práctico para llegar a soluciones listas para introducirse en el mercado.
En este contexto, el primero de los casos seleccionados está dirigido a desarrollar tecnologías que puedan medir y monitorear la salud, el comportamiento y las actividades, especialmente en aquellas personas que requieren más atención o cuidados médicos, así como en deportistas de alto nivel. Los otros dos casos de uso desarrollan soluciones que mejoran la seguridad del tráfico y abordan desafíos clave específicamente relacionados con la conducción automatizada en entornos urbanos y en casos de condiciones climáticas desafiantes.
