El grupo de Ingeniería Física de la Escuela de Aeronáutica del Campus de Ourense capitaneado por el catedrático Humberto Michinel que desarrolló un modelo predictivo de la evolución del coronavirus en Galicia y España activó hace unos días una nueva fase de su herramienta que se centra en calcular en qué momento las UCI de los hospitales gallegos dejarán de atender pacientes contagiados de la enfermedad, algo que según prevén sucederá a principios de junio, consiguiendo antes de que llegue mayo que Galicia tenga menos de 100 pacientes en las unidades de cuidados intensivos.
"Ahora mismo, no tenía sentido seguir haciendo previsión de casos totales porque se están haciendo muchos más tests, el número más fiable ahora es el de personas en UCI porque no depende del volumen de pruebas", explica Humberto Michinel que advierte, sin embargo, que esta crisis "es totalmente dinámica porque los escenarios cambian", en referencia por ejemplo al regreso al trabajo ayer de sectores productivos que las últimas dos semanas estuvieron parados.
Desafío
Precisamente, entre las predicciones elaboradas por este grupo de trabajo del Campus estaba una que simulaba cómo hubiese sido la curva de infectados con coronavirus si no se hubiese decretado el confinamiento de la población, lo que hubiese supuesto que a 25 de marzo hubiese cerca de 10.000 personas contagiadas, cinco veces más que la cifra real que hubo en esa fecha.
"Está claro que las medidas de confinamiento han tenido un efecto claro porque lo importante es que la tasa de virus circulante sea la menor posible y aquí se consiguió así, en otros sitios con mascarillas y distancia social", señala Michinel, enlazando con la segunda de las claves que será definitiva para derrotar al virus y evitar que vuelva a producirse un descontrol de la situación.
"Hay que prever el segundo brote, justo leía que en los últimos 250 años ha habido 10 pandemias y en todas hubo un repunte a los seis meses, lo que demuestra que el virus no se extinguirá, por lo que a ver qué medidas se toman cuando se quiera recuperar la normalidad", añade el catedrático del Campus.
En este sentido, Michinel apunta que "durante una larga temporada habrá que estar con mascarilla en sitios públicos, respetar las distancias y lavarse las manos cuando se toquen superficies nuevas", algo que considera será más fácil "dado que probablemente ahora sí hay conciencia del problema al que nos enfrentamos cuando antes no se veía su dimensión".
Con todo, el docente insta a las administraciones a activar "la realización de test para tener una muestra representativa"–al estilo de una encuesta electoral– y "conocer así qué porcentaje de la población está infectada" para trazar las estrategias. "En Galicia hemos escapado por ahora de la saturación del sistema pero no sabemos eso", apunta Michinel, entendiendo que debería hacerse el análisis incluso por provincias, "porque vemos que aquí en Ourense tenemos datos diferentes a los del resto de Galicia", algo que achaca a los focos detectados en las residencias de mayores.
"En lugares pequeños puede haber cambios grandes con que se manifieste en tres o cuatro geriátricos, elevando la cifra de fallecidos más allá de lo predecible", añade el catedrático del Campus.
