Como ya había anunciado el rector de la UVigo, Manuel Reigosa, la institución deberá cambiar sus estatutos durante este mandato (hasta 2026) para adaptarse a la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), aprobada recientemente en el Congreso, aunque debe pasar por el Senado antes de contar con el visto bueno definitivo de la Cámara Baja –que será en febrero según las estimaciones del Gobierno–.
Uno de los cambios más llamativos en el texto aprobado está en el sistema de gobernanza de las universidades, pues por primera vez la ley marca claramente el procedimiento de elección de los cargos unipersonales, además de establecer un límite en la duración de los mandatos en lugar de dejar que todo esto se regule a través de la normativa interna de cada institución. De este modo, rectores, vicerrectores y decanos de facultad tendrán un solo mandato de seis años, no prorrogable ni renovable. Además la LOSU especifica que el sistema de elección deberá ser en todos los casos de elección directa a través de sufragio de toda la comunidad universitaria y no deja la opción de que el claustro elija rector –cosa que ocurre en universidades como la de A Coruña, en la que el claustro nombra directamente al mandatario cuando no hay más de un candidato–.
En el caso de la UVigo, tanto para los decanos como para el rector la elección siempre es a través de sufragio directo, pero sí que deberá modificar en sus Estatutos el límite de años y mandatos, pues hasta ahora se permiten dos periodos de cuatro años. Además, por primera vez, se abren las candidaturas al rectorado a profesores titulares sin plaza de catedrático, una decisión que levantó mucha polémica en su momento. De este modo, es de esperar que en las próximas elecciones a rector de la institución viguesa haya más candidatos, pues además de tener que dejar el cargo obligatoriamente Reigosa –en 2026 cumplirá ocho años al frente de la universidad–, más personas podrán optar a ello.
DEBERES CUMPLIDOS
Entre las muchas novedades de la LOSU –la actual ley que regula las universidades, LOU, se aprobó en 2001 y solo se modificó en 2007 para adaptarla al Plan Bolonia– está la obligación de contar con unidades de igualdad y diversidad, trazar un plan de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático, comprometerse con la formación permanente o apostar por la ‘ciencia abierta’. Todo esto suena, y mucho, en la Universidad de Vigo, pues tiene una Unidad de Igualdad desde hace más de una década y está tramitando ya la creación de la Unidad de Diversidad de cara a este mandato. Además, en 2021 nació la Escola Aberta de Formación Permanente (EAFP) para dar cabida a los títulos propios y otras actividades de extensión universitaria, otro requisito de la nueva ley que la UVigo ya lleva dos años desarrollando. La sostenibilidad es otro de los pilares del actual equipo de gobierno, que lleva desde 2018 diseñando estrategias para que los tres campus se abastezcan de energías renovables. Incluyó este objetivo en el Plan Estratégico 2021-2026 y complementó estos objetivos con un plan para ahorrar energía (plan Suvi) con medidas urgentes derivadas de la subida del coste de la energía.n
