Alarma en A Veiga por los ataques de oso a colmenares

Un oso tiene en jaque a los apicultores de A Veiga y Porto (Zamora). En el mes de abril atacó cuatro colmenares de David Pérez, un productor de miel de Valdín (A Veiga) al que destrozó 30 colmenas. Los ataques fueron confirmados desde la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, donde a finales de la pasada semana tenían constancia de tres avisos al 012 de daños en colmenares. Pero los osos no entienden de límites provinciales y desde Porto (Zamora), José Antonio Bruña, de “Apícola Portexa”, comentó que un plantígrado se cebó en cinco de sus colmenas, destrozando totalmente dos de ellas. El apicultor zamorano comentó que en diciembre de 2020, otro productor sufrió las consecuencias del ataque de un oso a un colmenar. Ese mismo mes, un ejemplar, posiblemente el mismo, fue sorprendido devorando una yegua, también en tierras de Zamora. “Como estamos ao lado, móvese entre Valdín e Porto e causa moito dano, sobre todo nesta época na que as colmeas están desenvolvéndose”. Los productores temen que los ataques no hayan sido de un solo oso y algún otro ejemplar también deambule por estos parajes. Explican que otros años, la zona era lugar de paso para el animal y les preocupa que pueda establecerse definitivamente, por lo que comenzaron a tomar medidas. David Pérez comentó que instaló pastores eléctricos en varios colmenares y, al igual que hizo José Antonio Bruña, colocó cámaras para grabar los movimientos de un animal que suele moverse por la noche. Fernando Balladares es el coordinador del proyecto Life del Courel lucense y también biólogo de la Fundación Oso Pardo, desde donde confirmó que aumentaron los avisos de daños en las colmenas y no solo en Ourense y Zamora. “El año pasado fue malo en otros alimentos, como las castañas, debido a la avispilla, o la bellota de roble. Los osos atacaron más los colmenares en épocas tardías. Puede ser una situación coyuntutral”. El biólogo no descarta que algún o algunos ejemplares acaben asentándose entre A Veiga y Porto. “Es un proceso normal de expansión de la especie. La población se recupera y hay ejempares jóvenes que buscan territorios de los que había desaparecido. En Ourense, cada año hay más presencia de osos” “TEMOS MEDO, NON SABEMOS A SÚA REACCIÓN” Los daños de los colmenares no son la única preocupación para unos productores que deben acostumbrarse a la presencia del oso. No les resulta agradable convivir con un animal al que sorprendieron dando buena cuenta de una yegua muerta. “Temos medo. Non sabemos como reaccionará se o atopamos”, comentó José Antonio Bruña. Añadió que esta especie acostumbra a descansar en las proximidades del colmenar. El biológo de la Fundación Oso Pardo es rotundo al asegurar que “nunca hubo ningún incidente con apicultores en la Cordillera Cantábrica. Peligro no hay. Sí puede ser que no ande muy lejos, pero un oso desaparece si oye un ruido, incluso antes de que la persona se dé cuenta”, dijo Fernando Ballesteros. Según los datos de la Fundación, que datan de 2018, la población de osos estimada es de 330 ejemplares, repartidos en dos subzonas. A la occidental, que comprende los Ancares lucenses y la zona central de la cordillera entre León y Asturias, pertenecerían unos 280 individuos. Los 50 restantes pertenecen a la oriental, que incluye la montaña palentina, montaña oriental leonesa y los montes cántabros de Campoo de Suso, Polaciones y Liébana, además de Asturias.