El mal estado de la carretera OU-807, en las inmediaciones del pueblo de San Vicente (Vilamartín), provocó un nuevo altercado en la mañana de ayer. La llegada de un equipo de trabajadores de la Diputación Provincial -organismo titular de la infraestructura-, disparó la alarma en el núcleo. Inmediatamente, un grupo de vecinos se dirigió hacia el lugar donde trabajaban los operarios, enfrentándose a ellos. Poco después llegaban al lugar agentes de la Guardia Civil, que consiguieron que el enfrentamiento se redujese a un intercambio de palabras.
"Pretendían colocar un pivote de ferro a cada lado da estrada para cortala", se quejó el portavoz vecinal Leopoldo Nogueira. Añadió que los vecinos solo tienen la OU-807 para acceder a San Vicente y la carretera de Robledo, aunque esta está en muy mal estado. "Se temos que circular pola estrada de Robledo acabaremos matándonos", añadió, en alusión a los desprendimientos que registró en las últimas semanas.
La Diputación aseguró que los operarios no pretendían cortar el acceso. Fuentes de este organismo explicaron que están colocando sistemas de contención para paliar el hundimiento que sufre la calzada desde hace dos décadas y que propició que lleve 12 años cerrada al tráfico. Estas fuentes afirmaron que "la zona está muy peligrosa y los vecinos tienen otro acceso. No están incomunicados".
