VILAMARTÍN

El alto precio de la miel y el paro impulsan la apicultura

dsc01626_result
photo_camera Asistentes a la asamblea anual que celebró la Asociación Valdeorresa de Apicultores.

La inscripción de la Asociación Valdeorresa de Apicultores creció un 20 % desde finales de 2014

La afición por la apicultura se disparó en los últimos meses. Solo la Asociación Valdeorresa de Apicultores vio cómo el número de socios aumentó un 20 %. Las 10 incorporaciones registradas desde finales de 2014 elevaron hasta el medio centenar el número de inscritos. Este dato lo dio ayer su presidente, Armando Rodríguez Losada, momentos antes de que comenzase la asamblea anual. No fue el único en aludir al interés que despertó últimamente esta actividad. También resaltó esta circunstancia Esther Ordóñez Dios, presidenta de la Indicación Geográfica Protegida Miel de Galicia. "Hai moita xente nova adicándose á apicultura. Fai falta unha renovación xeracional. É unha gandería con moito reclamo", dijo.

Los factores que propician este resurgimiento de la apicultura son varios, aunque hay uno que destaca sobre todos: el alto precio alcanzado por la miel. "O prezo está moi alto, entre 3,5 e 4 euros o kilo a granel", dijo. Explicó que la colocación de colmenas puede ser un buen complemento. Puso como ejemplo el de los productores de castañas, que pueden utilizar las abejas para mejorar la polinización de los árboles y obtener unos ingresos con la venta de los productos de la colmena: miel, polen o jalea real, entre otros.

El presidente de la Asociación Valdeorresa de Apicultores, Armando Rodríguez, coincidió con ella y señaló que el precio del kilo de miel a granel alcanzó los 4 euros más IVA, cuando no hace mucho llegó a pagarse a 1 euro, alcanzando recientemente los 2,80. "A apicultura é rentable. Con 300 colmeas podes vivir", dijo. Dejó claro que conseguirlo lleva su trabajo y que es difícil comenzar con un colmenar de ese tamaño. La Administración subvenciona con 24.000 euros a los apicultores que se inicien en la actividad, pero exige un mínimo de 250 colmenas y un periodo de cinco años. "É complicado", comentó. Una colmena puede costar 55 euros, si bien con los materiales que precisa su coste llega a alcanzar los 200 euros.

La dificultad no solo reside en el trabajo que requiere la actividad apícola y del conocimiento de la misma. Ahora mismo también es difícil encontrar los materiales necesarios para montar un colmenar. "O problema é comprar colmenas. A subvención tamén se da en Portugal e hai moita demanda", explicó Armando Rodríguez.

Los altos precios son la consecuencia de una demanda muy elevada. A Galicia acuden empresas exportadoras de Burgos, Salamanca o Valencia, principalmente. Después, la venden fácilmente en los mercados europeos.

Jonathan López Gancedo es apicultor desde hace poco más de un año. Con 27 años posee una veintena de colmenas. Momentos antes de comenzar la asamblea de la asociación comentó qué le llevó a introducirse en esta actividad. "No hay otra opción de trabajo. Es una manera de salir adelante. La apicultura existió toda la vida y está bien pagada, aunque exige mucho esfuerzo", explicó. A su vez, Mario Yáñez Pérez tambien tiene 27 años. Decidió producir miel para autoconsumo por una razón fundamental: "Me gusta a apicultura".

Te puede interesar