Un herido tuvo que ser trasladado en camilla hasta las afueras del pueblo
Francisco Rubio temió por su vida cuando el freno de su vehículo saltó y lo arrolló. Sucedió el 4 de abril, en el pueblo de Edrada (Vilariño de Conso), cuando introducía las maletas en el vehículo para regresar a su domicilio barcelonés, después de pasar la Semana Santa en el pueblo. La rápida llegada de la ambulancia de Viana no sirvió de mucho, pues el estrecho acceso impide su paso, obligando a los técnicos sanitarios a acceder a pie hasta el lugar. Una vez allí, y después de prestarle los primeros auxilios, recorrieron 400 metros cargando con la camilla para llegar al prado donde aterrizó el helicóptero que transporto al herido al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense. Contaron con la ayuda de los agentes de la Guardia Civil, pues la fuerte pendiente del acceso, dificultó la evacuación.
Desde que recibió el alta, Francisco Rubio se recupera de las lesiones en su domicilio barcelonés. "Pensé que me podía quedar allí. Lo pasé muy mal", comentó ayer.
El Instituto Nacional de Estadística dice que Edrada solo tiene siete habitantes y quienes tienen sus raíces allí explican que solo viven diariamente dos familias. Eso sí, los fines de semana y, especialmente, durante el verano, el número aumenta considerablemente.
Vecinos y emigrantes de Edrada reclaman el ensanche del acceso desde hace tres años, pues solo recoger una bombona de butano obliga a cargar con ella 400 metros, al no poder acceder vehículos grandes. "El Concello, unas veces dice que no hay presupuesto y otras que no se pueden tocar los castaños y el regato", dijo Francisco Rubio.
Este diario intentó en vano contactar con el alcalde, sí consiguió hablar con el nacionalista Carlos Rodríguez, quien subrayó la necesidad de arreglar el acceso.
