Los alumnos con notas altas tienen una autoestima menor que los de puntuaciones bajas. Ésta fue una de las conclusiones que el psicólogo y pedagogo Antonio Galindo Galindo obtuvo en la experiencia que la empresa que dirige, Asesores Emocionales, obtuvo en la experiencia que desarrolló en el curso 2010-2011 en cinco centros educativos valencianos. Ayer viajó hasta O Barco para exponer el desarrollo y los resultados de este programa en la charla organizada conjuntamente por el Foro La Región y la asociación cultural, educativa y social Vagalume, que la incluyó en los 'XI Encontros Familia Escola'.
La experiencia de Valencia, fue promovida por la Generalitat y el Ministerio de Educación y buscó conocer los resultados de la aplicación de la educación emocional en cinco colegios, implicando a directores, profesores, alumnos y padres. Durante el programa, en el que participaron 15 profesores, dos tutores, una directora y aproximadamente 250 alumnos, se desarrollaron diferentes talleres, en los que participaron todos ellos. 'La educación emocional dice que la desigualdad es la condición sin la cual es imposible la individualidad. Todos somos absolutamente desiguales, pero la escuela enseña homogéneamente', dijo.
Los resultados de la experiencia indican que 'los alumnos que han recibido educación emocional mejoran en la convivencia por encima de los que no la recibieron', según dijo el conferenciante. 'El talento que no se cultiva, se atrofia', añadió, para continuar indicando que, si bien los niños que obtienen notas más altas tienen menos autoestima, son más 'asertivos', o tienen más seguridad, y se fijan límites más fácilmente.
En todo caso, la educación emocional a quien más beneficia es a los alumnos que obtienen puntuaciones menores. Este resultado llevó a Antonio Galindo a indicar que el citado método educativo 'previene el fracaso escolar'.
El conferenciante dijo que la experiencia valenciana, que podría trasladarse a Galicia si prosperan las gestiones iniciadas por Antonio Galindo, permitió detectar que 'vivimos en la sociedad de la anestesia emocional. Sentir es malo'. Con esta afirmación censuró la inmediatez con la que los profesores pretenden resolver los problemas entre alumnos.
Yoga y canto para comenzar y cerrar la conferencia
La charla de Antonio Galindo puso en pie al público asistente. Al principio para realizar varios ejercicios similares al yoga buscando que tomasen consciencia de su propia energía. Antes de abandonar el salón de actos del Consistorio barquense, los asistentes cantaron un tema destinado a ensalzar la autoestima.
Los resultados de la experiencia indican que 'los alumnos que han recibido educación emocional mejoran en la convivencia por encima de los que no la recibieron', según dijo el conferenciante. 'El talento que no se cultiva, se atrofia', añadió, para continuar indicando que, si bien los niños que obtienen notas más altas tienen menos autoestima, son más 'asertivos', o tienen más seguridad, y se fijan límites más fácilmente.
En todo caso, la educación emocional a quien más beneficia es a los alumnos que obtienen puntuaciones menores. Este resultado llevó a Antonio Galindo a indicar que el citado método educativo 'previene el fracaso escolar'.
El conferenciante dijo que la experiencia valenciana, que podría trasladarse a Galicia si prosperan las gestiones iniciadas por Antonio Galindo, permitió detectar que 'vivimos en la sociedad de la anestesia emocional. Sentir es malo'. Con esta afirmación censuró la inmediatez con la que los profesores pretenden resolver los problemas entre alumnos.
Yoga y canto para comenzar y cerrar la conferencia
La charla de Antonio Galindo puso en pie al público asistente. Al principio para realizar varios ejercicios similares al yoga buscando que tomasen consciencia de su propia energía. Antes de abandonar el salón de actos del Consistorio barquense, los asistentes cantaron un tema destinado a ensalzar la autoestima.
