Los Folións de A Veiga lideran el colorido desfile por las calles de la localidad, mientras Vilariño de Conso espera hoy por el tradicional entierro de la sardina
Uno de los entroidos declarados de Interés Turístico Nacional, el de Vilariño de Conso, asistió ayer a la jornada de quema de los Lardeiros, que se produjo entre el sonido de los bombos y las guadañas, como reza la tradición de esta celebración. Participaron tanto pequeños como mayores, unidos por el espíritu festivo que se viene repitiendo las últimas semanas.
Desde las 19,00 horas, los vecinos se reunieron en la Praza de Vilariño para celebrar juntos el martes de Entroido, esperando por el tradicional entierro de la sardina con el que hoy se pondrá el punto y final a varios días de fiesta, aunque con la vista puesta ya en el próximo año.
Por su parte, en la comarca de Trives, en el Concello de A Veiga, los vecinos salieron a las calles para participar en el desfile liderado por los Folións, en el que se pudieron ver infinidad de disfraces de niños y mayores con ganas de pasarlo muy bien.
El programa del martes de carnaval se completó con una comida popular por la XIII Festa da Soá, que llenó el pabellón deportivo de la localidad para coger fuerzas con vistas a la tarde, cuando, aprovechando una chocolatada, se entregaron los premios del Entroido y se procedió, al igual que en Vilariño, a la quema de los Lardeiros.
