Los arrastres en Valdeorras de los suelos que se quemaron serán leves

María del Carmen González, Cristina Fernández, Elías Rodríguez y Diana Urdangaray.
photo_camera María del Carmen González, Cristina Fernández, Elías Rodríguez y Diana Urdangaray.
Una técnico del Centro de Lourizán se reunió con gobernantes de O Barco, Carballeda y Rubiá

Los arrastres que pudieran generarse en los terrenos que ardieron durante 13 días y afectaron a 10.500 hectáreas de los municipios de O Barco, Carballeda y Rubiá no deberían tener consecuencias demasiado graves. Al menos así lo entienden los técnicos del Centro de Investigación Forestal de Lourizán desplazados hasta la comarca valdeorresa para evaluar el estado del suelo. Una de sus investigadoras, Cristina Fernández, apuntó ayer que “o nivel de afección non é moi grave e o estado do solo é de moderadamente queimado. A situación non é tan grave como podería ser”. Seguidamente, añadió que “as zonas de afección son poucas”.

Hace una semana, un equipo de investigadores de Lourizán se desplazó hasta la comarca para evaluar el estado del suelo en las zonas que fueron pasto de las llamas con el objetivo de analizar su estado y limitar los arrastres. Si bien, al acometer esta labor son conscientes de que una tormenta provocada por una lluvia convectiva, o lo que es lo mismo, que cause una precipitación intensa en muy poco tiempo, también genera arrastres de terreno que no se quemó en ningún incendio.

El Centro de Investigación Forestal atribuyó la explosividad del incendio iniciado en Riodolas a unas condiciones meteorológicas excepcionales, incluso para una comarca como la valdeorresa que presenta ciertos rasgos de clima mediterráneo, y a la gran sequía que arrastra la zona. Pese a estos dos factores adversos, la visión que ofrece el terreno después del fuego no es tan desfavorable como se presumía inicialmente, por lo que los investigadores hacen un llamamiento a la tranquilidad.

Los técnicos destacan la enorme capacidad de regeneración del suelo y explican que no es momento para tomar ninguna decisión en relación con las especies que se pueden plantar, pues hay que dejar que el terreno se estabilice y permitir que actúe la naturaleza. La determinación de las posibles plantaciones deberá esperar hasta la primavera.

Hay que valorar que Galicia es la única comunidad autónoma que cuenta con un centro como el de Lourizán, que permite analizar el terreno en base al trabajo desarrollado durante años.

Cristina Fernández se reunió ayer con los alcaldes de Carballeda de Valdeorras y Rubiá, María del Carmen González y Elías Rodríguez, respectivamente, acudiendo en representación de O Barco, tercer concello afectado por el incendio que el 14 de julio empezó en la parroquia de Riodolas (Carballeda), la concejala de Medio Ambiente, Diana Urdangaray. En este encuentro, los representantes municipales informaron de aquellos puntos que consideran más críticos de cara a la conservación de la calidad de las aguas y a la prevención de los arrastres de terreno.

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