VALDEORRAS

O Barco abordará una nueva ampliación de la depuradora

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photo_camera El concejal de Riada Cidadá, Félix García, a la izquierda, con el alcalde presidiendo el pleno.

El objetivo es lograr que los equipos tengan un funcionamiento óptimo durante los días de temporal 

El alcalde de O Barco anunció su intención de iniciar las gestiones para acometer una segunda fase, en las obras de ampliación de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR). El socialista Alfredo García Rodríguez lo anunció ayer en un pleno en el que recibió las quejas del concejal de Riada Cidadá, Félix García Yáñez, por su funcionamiento.

El regidor asumió que, si bien la obra proyectada - que supuso una inversión de 1,4 millones de euros- fue ejecutada en su totalidad, su funcionamiento no es el "ideal". "Habrá que empezar a trabajar en una segunda fase", explicó Alfredo García. Añadió que para su ejecución será preciso ocupar los terrenos próximos, todo ello con un objetivo principal: "Que los días que llueva pueda depurar todo". Se refirió a que los días de chaparrón, el aumento del volumen de líquido impide trabajar con normalidad a los equipos.

El regidor completó sus explicaciones comentando que, en unas condiciones meteorológicas normales, los equipos de la EDAR depuran todas las aguas que llegan al sistema.

El concejal de Riada Cidadá, Félix García, criticó que el proyecto de la depuradora no hubiese sido redactado para permitir un funcionamiento óptimo, incluso en los días de aguacero. "En cinco años se quedó obsoleta", protestó el edil.

Sus quejas fueron contestadas por el alcalde, quien explicó que la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil únicamente disponía 1,2 millones para la ejecución del proyecto, por lo que solo se pudo acometer una fase. "Hay infinidad de obras que se ejecutan por fases", dijo Alfredo García. El concejal de Riada Cidadá también se quejó de la aportación municipal para la obra: un 20 %, según explicó el alcalde. El edil de la oposición argumentó que las obras en depuradoras de otros concellos fueron financiadas íntegramente por otras administraciones.

Las intervenciones en torno al funcionamiento de la depuradora surgieron durante el debate de un pago de 758 euros, proyectado para efectuar en 2015 y que fue retrasado para 2016. El punto salió adelante con los votos de PSdeG-PSOE y PP, votando en contra el único edil de Riada Cidadá.

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