Crisis del coronavirus

O Barco aplaude la intervención del geriátrico para mejorar su servicio

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photo_camera Militares de la UME, ayer por la mañana a su llegada a la residencia de O Barco, para proceder a su desinfección.
Familias de residentes y trabajadores: "La pandemia los desbordó. No funcionaba con la calidad que merecen los abuelos"

 La intervención de la residencia privada de la tercera edad que  la Fundación Nuestra Señora de Fátima posee en O Barco por la Xunta fue recibida con los brazos abiertos por las familias y los trabajadores consultados. Ayer, primer día del nuevo régimen y a la vez que una decena de internos era trasladado a Ourense al Hospital Piñor, valoraban de forma positiva el nuevo escenario, entendiendo que la Consellería mejorará la atención a los residentes. La medida fue adoptada por el Ejecutivo autonómico ante el elevado número de positivos de COVID-19 detectado: 60 de residentes y 32 de trabajadores, según los datos que el sábado manejaba Política Social.

Los padres de Antonio Doporto llevan días en el Hospital Público Valdeorras, ingresados tras contagiarse del virus. Este barquense echó en falta una mayor rapidez a la hora de hacer los test, como le sucedió a su padre, después de que su madre dio positivo en coronavirus. La residencia justificó esta carencia en que no le enviaban las ansiadas pruebas. Doporto es claro: "En general estoy contento con las empleadas, pero con la gestión no tanto". 

Los fallecimientos en esta crisis sanitaria no han sido provocados solo por el coronavirus. Una vecina de O Barco, que prefiere no dar a conocer su nombre, relató ayer los momentos previos a la muerte de su madre, también ingresada en el geriátrico barquense. La "obsesión" por la pandemia, explica esta mujer, llevó al personal sanitario a atribuir al COVID-19 la fiebre que sufrió durante nueve días. Sin embargo, cuando le hicieron el test, dio negativo. El Viernes Santo ingresó "casi cadáver" en el centro hospitalario. Tenía "los pulmones perfectos", por lo que el médico planteó como posible causa del fallecimiento una infección generalizada. En el hospital, le hicieron otro test y dio positivo, que el facultativo atribuyó a que la fallecida podría ser asintomática, por lo que "murió de otra enfermedad".

Esta barquense estimó que la intervención "llega tarde. Tendría que haber más inspecciones. Ahora ven un desastre y antes no". Esta mujer diferencia dos etapas en el funcionamiento del geriátrico y estima que mejoró desde que la actual dirección se puso al frente y apuntó que con la pandemia "se les desbordó. No funciona con la calidad que merecen los abuelos. Mi madre se murió un poco por dejadez. Estaban obcecados con el coronavirus".

Sin contacto con su madre

Silverio Fernández, vecino de Santigoso (O Barco), tiene a su madre en la residencia. Ayer echaba en falta hablar con ella, un deseo simple que no logra ver realizado desde hace un mes. "Por que non lle pasan o teléfono? Cando menos, poder preguntarlle que tal está", cuestionó. También aseguró que, en sus visitas, "o vía todo ben. Dentro, non sei o que pasa". Lo que sí ve con buenos ojos es la intervención de la Xunta: "Paréceme que estará máis atendida. Vexoo ben".

La cocina de Nuestra Señora de Fátima es cosa de Oliver Fernández, que trabaja para la empresa que se hizo con el servicio. Reincorporado tras varios días de vacaciones, aseguró tener claro que la Xunta acabaría interviniendo. "Era visto que pasaría esto", comentó, aludiendo a la "tranquilidad" con la que el geriátrico vivió los primeros momentos de la pandemia. Ayer, mostró su confianza en que la crisis sanitaria permita "que esas residencias privadas se den cuenta de que no solo es coger dinero y de que hay personas dentro". De lo que no tiene queja es de la limpieza del establecimiento. "Cuando me fui, todo estaba bien. Lo que exigían era mantener todo limpio", comentó.

"As familias non saben a realidade da residencia", dijo Marta Iglesias. Trabaja para la Consellería de Educación en un colegio como auxiliar cuidadora, pero el jueves se incorporó, con cuatro compañeras, al equipo de Nuestra Señora de Fátima. "Chamounos a directora e só nos diu o horario. Non nos informou de nada, nin se hai positivos. Cero en información. Recibiunos, diunos un EPI e nos dixo: 'Ides as plantas sexta e séptima. Quedamos en shock!". También habló de carencias: "Hai falta de persoal de coordinación, de todo. Unha persoa de limpeza...unha enfermeira..., son sete plantas e en cada planta unhas vinte persoas. Non nos negamos a traballar, mais así non". Para valorar la intervención, prefiere "comprobar o día a día: se envían un coordinador ou dotan de material para os vellos".

La UME vuelve al geriátrico mientras los políticos discuten
La UME (Unidad Militar de Emergencias) volvió ayer a desinfectar la residencia Nuestra Señora de Fátima, en O Barco, una labor que ya realizó el pasado 25 de marzo, entonces como resultado de una solicitud del alcalde al subdelegado del Gobierno. Entre ambas visitas, el número de positivos se disparó. ¿Se pudo actuar antes? "Es un problema muy complejo. Nadie estaba preparado para esta situación. Ahora toca arrimar el hombro. Ya había hablado con los responsables de Política Social de que no veía otra alternativa que la intervención", dijo Alfredo García. Atribuyó los problemas del geriátrico a la "carencia de personal y la imposibilidad de contratar. Hicimos llamadas. Enviamos cuatro alumnas de un curso de auxiliar a domicilio. No quedaba otra solución que la intervención. Ahora, el personal lo va a poner la Consellería", afirmó.
Desde la oposición, la portavoz popular, Sabina Aguado, solicitó la convocatoria urgente y extraordinaria de la Comisión de Servizos Sociais, Igualdade e Sanidade para analizar el aumento de positivos y las medidas a adoptar: "Aumento de recursos destinados a la desinfección de las calles, tanto en O Barco como en los pueblos", intensificar la desinfección de zonas de riesgo, como el entorno del Hospital, del Centro de Saúde o del geriátrico. Además, los populares plantean ofrecer a los ciudadanos el material de protección recibido de la Deputación Provincial y la Xunta.
Por su parte, el alcalde replicó que el material fue entregado por el Gobierno central a la Xunta y la Deputación. También dijo que mantuvo una videoconferencia con los portavoces de la oposición hace una semana, "sin que planteasen ninguna petición". Añadió que hoy habrá otra.

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