O Barco pone 25 multas por exceso de velocidad en 7 días

Ramón y Cajal y Carrúa son las calles barquenses en las que más se supera el límite permitido

La Policía Local de O Barco de Valdeorras abrió 25 expedientes sancionadores a otros tantos conductores que excedieron el límite máximo de velocidad en aquellos puntos del casco urbano barquense en los que se produce un mayor número de accidentes. Las multas fueron tramitadas en el transcurso de la semana pasada, durante la campaña que los agentes desarrollaron con miras a que sirviese de llamada de atención acerca de la necesidad de reducir el número de siniestros. Para desarrollarla se valieron del radar móvil.

Son dos las calles de la villa que concentraron el mayor número de expedientes, Ramón y Cajal y A Carrúa. Se trata de dos viales rectos y con una considerable longitud, dos características que llevan a muchos conductores a pisar el acelerador, incluso a pesar de la existencia de pasos de cebra elevados en las dos arterias, construidos precisamente para aminorar la velocidad de los coches. Los incumplimientos de la normativa de circulación fueron tantos que, en determinados momentos, los agentes se vieron prácticamente desbordados por los vehículos que hacían saltar el radar.

Desde la Policía Local indicaron que muchos de los conductores multados superaron ampliamente el límite de velocidad, que está fijado en 30 kilómetros por hora en la mayoría de las calles de la villa. En este sentido, apuntaron que el radar fue programado para que saltase cuando un vehículo excedía los 45 kilómetros por hora, 15 más que los autorizados.

Los efectos de la campaña ya se hicieron notar y en las últimas horas los conductores parecen haber levantado el pie del acelerador en las calles de O Barco, según las impresiones recogidas de los agentes, que apreciaron un descenso en la velocidad con la que circulan los coches.

Hay que reseñar que los vehículos no pueden superar en la gran mayoría de las calles de O Barco los 30 kilómetros por hora, un límite que se amplía hasta los 50 kilómetros por hora en la travesía de la carretera N-536 en la villa.

"La velocidad la marca la carretera"

“La velocidad la marca la carretera”, se quejaba ayer un profesional del volante barquense. Abogó por la necesidad de circular con precaución pero también consideraba que los límites de velocidad impuestos “son una vergüenza. No me parece normal”. En este sentido, también cuestionó la supresión de cualquier margen sobre el límite de velocidad, indicando que estas normas están detrás de numerosas averías de los vehículos, como las que acusan los catalizadores de partículas, cuya frecuencia aumentó y cuya reparación puede alcanzar los 2.000 euros.

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