La Asociación de Familiares de Personas con Discapacidad se ocupa de la recogida periódica
Los establecimientos hosteleros y de servicios del oriente provincial entregan, cada dos meses, una media de 900 kilos de aceite usado a la Asociación de Familiares de Personas con Discapacidad Psíquica de Valdeorras (Asfaval), que preside Amelia Blanco Delgado. El dato fue facilitado este lunes por la trabajadora social Beatriz Vázquez Prada, quien indicó que el colectivo se encarga de su recogida y almacenamiento.
El aceite es retirado por los propios usuarios de las instalaciones de Asfaval. Periódicamente recorren los establecimientos colaboradores con garrafas, una labor que no pueden realizar los 20 que disfrutan de los servicios del colectivo, debido a su peso. Los recipientes son de 25 y 50 kilos, si bien estos últimos únicamente los utiliza el Hospital Comarcal Valdeorras. Además del centro hospitalario, aportan sus aceites establecimientos hosteleros, supermercados -algunos colocan contenedores para que los clientes depositen en ellos los envases-, colegios y residencias para la tercera edad.
El aceite recogido es transportado al almacén de la sede barquense de Asfaval, donde permanece guardado hasta que una empresa de Lalín, Procesadora Gallega de Alimentos, desplaza un vehículo para recogerlo. Ya en sus instalaciones, separa los residuos y el agua del líquido entregado, pesándolo y entregando 0,35 euros por kilo al colectivo valdeorrés. Posteriormente, procede al reciclaje del aceite.
La trabajadora social Beatriz Vázquez destaca especialmente dos fines que persigue esta actividad. Por un lado, consigue una finalidad medioambiental, al permitir reciclar el aceite usado. Además, permite que los usuarios de Asfaval desarrollen una actividad profesional, facilitando al mismo tiempo que se relacionen con personas ajenas al colectivo.
Colocación de contenedores en la calle
Uno de los objetivos que persigue la asociación Asfaval es conseguir apoyo para colocar contenedores de aceite usado en distintos puntos del Concello de O Barco. Esta iniciativa facilitaría la colaboración de los vecinos, quienes no tendrían que acudir con sus botellas a los establecimientos que cuentan con recipientes para su recogida. También evitaría que algunas personas depositen los envases ante la puerta de la sede, en la urbanización Las Huertas. Otro aspecto sobre el que llaman la atención los impulsores de este programa es el empleo de envases de plástico para realizar la entrega del aceite, evitando así el uso de botellas de cristal. Estas acaban rompiéndose y dificultando el reciclaje.
