Buena samaritana en O Barco

Arturo Salvador y Liliana Batista, durante el reparto de alimentos.
photo_camera Arturo Salvador y Liliana Batista, durante el reparto de alimentos.
Una joven barquense comenzó a recoger alimentos para ocho familias que carecen de recursos. Colaboran Protección Civil, dos negocios y los trabajadores de un súper y del Centro de Saúde

 Ocho familias sin recursos de O Barco de Valdeorras son las destinatarias de la iniciativa solidaria de una de sus vecinas. Liliana Batista Fernándes inició hace días una recogida de alimentos, que luego reparten los voluntarios de la agrupación local de Protección Civil. "Comentaban que estaban mal. Todas las familias tienen hijos", explicó. Y es que lo que no tienen son ingresos, pues "son familias que no cobran".

Su colaboración como voluntaria con protectoras de animales permitió que Liliana Batista fuese conocida por las familias necesitadas, pero también por las entidades y particulares benefactoras. Dos negocios, "Agroviloira" y "Rodillo Veloz" se pusieron a su disposición y, desde el primer momento, recogen los alimentos que donan los vecinos. También se sumaron a su gesto los trabajadores del supermercado "Gadis" y del Centro de Saúde, quienes no quisieron dejar pasar la ocasión de colaborar con sus aportaciones alimenticias.

La semana pasada, Liliana Batista recurrió a los voluntarios de Protección Civil para completar un reparto de alimentos que complicó la crisis sanitaria del coronavirus. Entregaron no perecederos, como macarrones o arroz, pero también la carne que aportó un conocido suyo. En las próximas horas, volverá a recoger carne, y  también calamares, pues "la gente me conoce", explicó.

La necesidad aprieta en tiempos de COVID-19 y esta barquense hace un llamamiento a la solidaridad para seguir ayudando a esas ocho familias que carecen de ingresos. A ellas podría sumársele una novena, lo que aumenta la necesidad de donaciones.

El reparto de alimentos, pero de Cáritas Interparroquial de O Barco, centra buena parte de la actividad de los 17 voluntarios de la Agrupación de Protección Civil, según comentó Arturo Salvador Fernández. Pero son muchas más sus tareas. Además, recogieron y entregaron 1.500 batas que un colectivo de amas de casa confeccionó con bolsas de basura, pantallas de protección facial confeccionadas con impresoras 3D, medicamentos y el material escolar que los niños de O Barco dejaron en los colegios. "Cada dous días imos aos colexios. Hai paquetes moi grandes, con moitos libros", explicó.

Una de las labores más gratificantes para estos voluntarios viene dada por sus visitas a las aldeas para interesarse por el estado de ancianos que viven solos. El confinamiento impide desplazarse a los familiares, asumiendo esta función Protección Civil. "Dannos as grazas por preocuparnos por eles", dijo Arturo Salvador.

En algunas ocasiones, su apoyo fue reclamado para comprobar que las órdenes referidas al confinamiento son cumplidas y, generalmente, sí lo son. "Non tivemos problemas. Tan só algunha advertencia", añadió este barquense.

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