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Cántara da Moura, un tesoro de granito y agua escondido en A Veiga

Cántara da Moura. (Isaac Cruz)
photo_camera El río Corzos se desliza entre las rocas de granito para seguir su curso. (Isaac Cruz)

Así es el tesoro que guarda la moura del río Corzos: peines de oro, guerrilleros y rocas labradas por el agua durante milenios

Los atractivos turísticos que tiene el Concello de A Veiga son muchos. Sus playas, templadas y cómodas, en las que darse un refrescante baño; o las cumbres de Trevinca y la pureza de su cielo nocturno. Uno de esos tesoros, algo más escondido, es la Cántara da Moura. A menos de dos kilómetros de la cabecera municipal, esta formación geológica esculpida por el agua guarda con celo historias de otros tiempos.

La Cántara da Moura es una cueva atravesada por el río Corzos. El agua se desliza rocas abajo antes de seguir su curso hasta el Xares, abrigada por bolos de granito labrados durante miles y miles de año por las fuerzas de la naturaleza. Entre ellos se oculta una leyenda ancestral de las tantas que enriquecen el patrimonio oral gallego. Y se refugian guerrilleros antifranquistas que emplean las grutas de la zona para burlar a sus perseguidores.

Vista general de la Cántara da Moura. (Isaac Cruz)

Vista general de la Cántara da Moura. // (Isaac Cruz)

La frescura y humedad del lugar invitan a acercarse bajo el tórrido calor estival que azota Valdeorras. El acceso es sencillo y el paisaje es ideal para tomarse un respiro y sacarse una foto mientras se disfruta de la naturaleza veiguesa en todo su esplendor.

En la Cántara da Moura también existe la posibilidad de curiosear entre los bolos, eso sí, teniendo en cuenta los riesgos que cada uno puede asumir para evitar disgustos; y preferentemente no internándose en la gruta si no se tienen conocimientos de espeleología.

La leyenda: una moura que peina sus cabellos

Cuenta la leyenda que en el interior de la cueva habita una "moura" muy hermosa. Al salir el sol sale a sentarse junto al río. Allí peina sus cabellos rubios con su peine dorado, mientras aguarda que las jóvenes pastoras de Corzos pasen a su lado.

Es entonces cuando deja caer su peine. Si la chica se detiene, su deferencia es premiada con unas monedas de oro; si por el contrario no se detiene, la moura castiga su desdén convirtiéndola en una roca más de las muchas que salpican el lugar.

Paraje de la Cántara da Moura. (Isaac Cruz)

Paraje de la Cántara da Moura. // (Isaac Cruz)

Las "mouras" son personajes muy comunes de la mitología gallega que habitan en fuentes, castros, mámoas o formaciones rocosas como esta. Según el Dicionario dos seres míticos galegos de Xoán R. Cuba, Antonio Reigosa y Xosé Miranda, son mujeres mágicas hechizadas que pueden dar regalos, sometiendo antes a quien lo recibe a una prueba; entre otro tipo de patrones narrativos.

La de la Cántara da Moura no es la única leyenda relacionada con este tipo de figuras que existe en A Veiga, ya que la historia de la Lagoa da Serpe tiene un hilo similar al de otros relatos populares protagonizadas por las mouras en Galicia.

Guerrilleros pescadores de truchas

En la zona existen más grutas, como la "Cova dos Escapados". En ella se ocultaron durante meses "fuxidos" republicanos, en el contexto de la intensa actividad guerrillera que albergaron los montes de Trevinca. A la cueva solo se podía acceder por un pequeño agujero. Para entrar colocaban una escalera que retiraban enseguida. Allí pasaban semanas enteras alimentándose de truchas, ya que en la cueva el río Corzos discurre bajo el suelo.

Además de la "Cova dos Escapados", otra cavidad que acogió a los guerrilleros fue "O Cubo". La peculiaridad de esta cueva es que tiene siete entradas diferentes. Cuando los "fuxidos" escapaban se metían por una de ellas y salían por otra, evadiendo así a sus perseguidores.

Uno de los recovecos de la Cántara da Moura. (Isaac Cruz)

Uno de los recovecos de la Cántara da Moura. // (Isaac Cruz)

Cómo ir a la Cántara da Moura

El acceso a la Cántara da Moura es sencillo y está adecuado para facilitarlo a quienes quieran contemplar esta maravilla natural. Desde la OU-533 se toma en el Alto do Covelo la OU-129 hacia A Veiga. Allí, tras pasar la playa de los Franceses y justo antes del puente, hay que desviarse a la derecha. Si vamos en coche aparcaremos nuestro vehículo en un área recreativa situada justo después de otro puente.

A partir de este punto iremos a pie monte arriba por un recorrido convenientemente señalizado. No se trata de una ruta exigente, ni en desnivel ni en longitud, ya que se tardan unos cinco minutos. Cerca de la Cántara da Moura el camino se bifurca. Uno de los caminos, el "nuevo", está adaptado para facilitar el acceso. El "primitivo" es la senda original, estrecha y no apta para tobillos de mantequilla. Aún así, es muy transitable.

pasarela

Una de las pasarelas de la senda de acceso a la Cántara da Moura. // (Isaac Cruz)

La llegada a la Cántara da Moura se hace por unas escaleras de madera habilitadas para salvar los bolos de granito. En el lugar se encuentran varios paneles informativos para conocer más de su historia.

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