La alcaldesa y el portavoz empresarial apelan a su importancia en el desarrollo de la comarca

Carballeda y los pizarreros piden la mejora de la N-536

Severino González, Víctor Cobo, María del Carmen González y Roberto Castro, en Sobradelo. (Foto: J.C.)
La mejora de la carretera N-536, que comunica Sobradelo con O Barco, fue reivindicada ayer por la alcaldesa de Carballeda de Valdeorras. María del Carmen González Quintela se reunió con el subdelegado del Gobierno en Ourense, Roberto Castro, en la primera visita institucional que éste realiza a un concello desde que ocupó el cargo. 'Está especialmente deteriorada y por ella pasan los trabajadores de Valdeorras y El Bierzo', explicó la regidora.
La alcaldesa recordó que el tráfico de la carretera N-120, que comunica Ponferrada con Ourense, fue desviado por la N-536 durante tres meses, el tiempo empleado en arreglar la pérgola exterior del túnel de La Barosa (León), unos trabajos que se desarrollaron en el último trimestre de 2012. Este periodo fue especialmente dañino para la infraestructura, cuyo firme se resintió del aumento del tráfico. María del Carmen González afirmó que el principal problema del Concello es el estado de su red viaria.

La regidora no fue la única que apremió la mejora de la carretera N-536. La visita del subdelegado del Gobierno también fue aprovechada por los pizarristas para reclamar el arreglo de la infraestructura. Esta reivindicación la plantearon Víctor Cobo y Severino González, presidente y gerente de la Asociación Galega de Pizarristas, respectivamente.

Las peticiones de mejoras para la N-536 se suman a las realizadas por la Diputación provincial de Ourense, los alcaldes de O Barco, Monforte y Ponferrada, además de los portavoces empresariales de Valdeorras, Lemos y El Bierzo. Todos ellos solicitan su arreglo y el de la N-120, para cuya mejora Fomento redactó un proyecto de 4 millones, supeditando su ejecución a la financiación.

Los robos en las canteras constituyen otro de los problemas que traen de cabeza a María del Carmen González, que reclamó una mayor vigilancia de las explotaciones. 'Necesitamos más seguridad. Las naves están en lugares aislados y los robos preocupa al sector', explicó. La representación empresarial añadió una tercera reivindicación, aunque esta referida a una normativa de ámbito estatal, y que supone un coste añadido a las empresas. Los empresarios creen que podría evitarse. Se quejan de la obligación de contar con vigilantes en explosivos en las canteras pues esta labor podrían asumirla los encargados o los ingenieros.

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