La precariedad laboral devuelve los datos de usuarios de Cáritas Interparroquial de O Barco de Valdeorras a los de hace una década. Lo comentaron este lunes su director y la trabajadora social, Julio Mourelo e Isabel Álvarez. "Estamos a niveles de 2009. Hay mucha contratación temporal de gente que trabaja por horas", comentó el máximo responsable de la ONG, que atribuyó esta situación a la "inestabilidad" que rige la actividad económica en estos momentos. "El entramado empresarial no genera empleo. Aumenta la población y crece el paro", dijo.
"Estamos atendiendo a personas que tienen media jornada laboral", confirmó Isabel Álvarez. Seguidamente, explicó que muchos sueldos apenas alcanzan para cubrir el alquiler de una vivienda, que en O Barco no suele bajar de los 300 euros al mes. Añadió que esta renta es solicitada, en ocasiones, por pisos en condiciones de habitabilidad más que dudosas. Al encarecimiento de los arrendamientos hay que añadir la inexistencia de viviendas sociales en la zona, una carencia que dificulta conseguir un alojamiento con los reducidos ingresos que generan los empleos en precario.
Si los servicios prestados a familias por Cáritas de O Barco entre el 1 de enero y el 23 de diciembre de 2018 fueron 8.927, las ayudas ofrecidas en este mismo periodo de 2019 sumaron 10.080, un 12 %. En el transcurso del año, la ONG registró 48 altas, elevando el total de personas registradas a 532, también por encima de las 496 del periodo anterior. El único dato que descendió fue el de transeúntes, que pasó de 364 a 160. Esta bajada está justificada por la supresión de las ayudas para pernoctar.
La llegada de refugiados es un factor muy a tener en cuenta y fue determinante en el aumento del número de familias que acude a Cáritas en busca de ayuda.
Si antes, las españolas y extranjeras estaban niveladas, en estos momentos, el índice apunta al colectivo inmigrante. Tan solo un 39,59 % de quienes solicitan la ayuda de Cáritas son españoles. Los demás proceden de otros países, siendo los venezolanos los más numerosos (el 11,26 % del total), seguidos por marroquíes (8,90%). y sirios (5,12 %). A su vez, los solicitantes llegados del país vecino, Portugal, redujeron su presencia en esta lista, quedándose en un 3,24 % del total de usuarios, tras retornar a tierras portuguesas muchos de ellos.
Este aumento de la pobreza se traduce en que "una población está excluida socialmente. Sin acceso a servicios esenciales", según explicó Julio Mourelo.
La mayor demanda de ayuda lleva aparejada considerables dificultades para Cáritas. La ONG tiene serios problemas para atender toda la demanda, por lo que realiza un llamamiento a la sociedad valdeorresa, en busca de nuevos socios colaboradores y recursos económicos.
Sobre este particular, el director, Julio Mourelo, indicó que las puertas están abiertas a todas las personas que deseen ayudar o bien para ofrecer todo tipo de información acerca de su labor.
