Se quedó pequeño el polideportivo Victorino Núñez de A Rúa para acoger a todos los comensales que acudieron a la llamada de la XIII Festa do Codillo; de hecho, hubo que aplicar el numerus clausus, que en un principio se situó en las 850 entradas. El hecho de que se vendieran en menos de una hora llevó al Concello a ampliar el número de comensales hasta los 1.150 que finalmente pudieron disfrutar de la fiesta gastronómica por excelencia de la villa valdeorresa. Con esta cifra, ya le pisa los talones a la Festa do Botelo, que reunió 1.500 personas.
"Desde su inicio, hace 13 años, el número de asistentes a la fiesta no ha dejado de crecer", señala José Vicente Solarat, concejal de Cultura en el Concello de A Rúa, que matiza que "debemos limitar el número de entradas porque el aforo del polideportivo es el que es".
La comida popular, que este año llevaba el nombre de "un codillo de cine" -y los asistentes dan fe de que realmente fue de película-, daba comienzo en torno a las dos y media de la tarde en el polideportivo situado en el área recreativa de O Aguillón, donde los comensales pudieron disfrutar de consomé, codillo, grelos, cachelos y chorizo, todo ello acompañado -como no podía ser menos- por vinos godello y mencía de la DO Valdeorras. La bica fue la protagonista de los postres con un buen licor café.
Previamente, se homenajeó al fotógrafo Álvaro Rodríguez "Purre" y se hizo un reconocimiento al Centro Cultural Avenida por superar los 250.000 espectadores.