INDUSTRIA

Los colocadores de pizarra piden sitios donde pernoctar

Pablo Israel: "Hay muchos trabajadores desplazados y deberían permitir que hubiese locales para ellos"

El cierre de los restaurantes y establecimientos donde solían pernoctar los trabajadores de colocación de cubiertas está causando un sinfín de trastornos a las empresas. La situación creada por las disposiciones del Gobierno central para afrontar la crisis sanitaria del covid-19 obligó a las empresas a alquilar viviendas para alojar a sus operarios, unos pisos cuyos precios subieron debido a la demanda, incluso pagando meses completos, aunque la obra no dure tanto.

"Abriron a construcción e olvidáronse da xente que está fóra do seu fogar. O Goberno tiña que pensar neso, que hai moita xente da construcción que está fóra do seu domicilio", comentó Álvaro Blanco, responsable de la empresa Hermanos Blanco. Desarrolla su actividad en la zona lucense de Melide, donde tiene trabajando cuatro operarios. "Agora, a xente ten que facer de comer. Non van ter que vir tódolos días a Valdeorras. Voltamos ao de fai 40 anos, cando había que levar a fiambreira", comentó.

En otra empresa barquense: Cufa "Cubiertas y Fachadas Ventiladas", Pablo Israel comentó que tiene a 22 empleados trabajando en lugares como Viveiro, Castellón, Madrid o Arévalo, según comentó. También Cufa tuvo que recurrir al alquiler de pisos. "Supone una complicación. Da más trabajo conseguir un lugar para pernoctar", fijo su responsable. Incidió especialmente en las dificultades que entraña encontrar dónde comer. "Es el mayor problema. Los pisos no están preparados para cocinar, no hay ollas", explicó, para añadir: "Hay muchos trabajadores desplazados y deberían permitir locales para ellos", comentó, refiriéndose a un problema que es general en un sector genera unos 2.000 empleos en el Estado.

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