Los colocadores de Pizarra quieren que siga el Plan Renove

La crisis económica prácticamente paralizó la colocación de pizarra. Las grúas de las constructoras hace tiempo que desaparecieron de las calles y los profesionales apenas pueden desempolvar sus herramientas para realizar alguna que otra reforma. Este es el negro panorama expuesto en febrero, en la asamblea de la Asociación Nacional de Colocadores y Pizarras, que apenas varió en los dos últimos meses. Lo aseguró ayer el presidente de este colectivo que agrupa a 33 asociados, Miguel Ángel Fernández.
'La situación está cada vez peor. Cada vez hay menos trabajo y sólo en cosas pequeñas', dijo. El presidente de los colocadores insiste en la necesidad de impulsar una segunda edición del Plan Renove para las cubiertas de la pizarra, similar al impulsado por la Consellería de Economía e Industria en 2012, con un presupuesto de 1,6 millones de euros. Este programa pretende reducir el gasto energético en las construcciones utilizando la pizarra, material de gran resistencia mecánica, durabilidad y capacidad aislante.


PREGUNTA

El diputado del PP Moisés Blanco Paradelo recogió la reivindicación de los colocadores y ayer anunció la presentación de una pregunta ante el Parlamento gallego. Solicitó información del segundo Plan Renove para la pizarra, para lo cual recordó que el propio conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde López, comprometió la renovación del programa durante su visita a Carballeda de Valdeorras, que se realizó durante el pasado mes de marzo.

'Co descenso de proxectos de obra nova, a renovación e mantemento das cubertas que se financian a través deste Plan Renove é o que pode axudar a soster este sector, que nos últimos anos viu moi reducida a súa carga de traballo', dijo Moisés Blanco. El diputado valdeorrés del PP añadió: 'Este novo Plan Renove da Lousa permitirá diminuír o gasto enerxético na construción, facilitando ás familias a renovación das cubertas e impulsando a mellora da competitividade dun sector que se atopa á vangarda da nosa industria'.

Las estimaciones de los colocadores de pizarra sitúan el número de empleos en torno a los dos millares. La economía de pueblos como Éntoma depende en buena medida de este trabajo, a pesar de los sinsabores que ocasiona en los últimos años. Tal es así que muchos profesionales pasan más tiempo parado, en casa, que trabajando, por falta de obras.

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