El operario procedía al derribo de la bodega cuando descubrió el explosivo, que está muy deteriorado

El conductor de una excavadora encuentra 13 cartuchos de Goma-2 en una casa de Rubiá

Los trabajos de derribo de una casa en el pueblo de Oval (Rubiá) pusieron al descubierto dos bolsas conteniendo 13 cartuchos de Goma-2. La fortuna quiso que el palista que manejaba la máquina excavadora que derruía las paredes llevase 20 años trabajando como artillero en una cantera y reconociese la envoltura, mandando parar inmediatamente la demolición. A las 21,30 horas de ayer, los técnicos en explosivos de la Guardia Civil retiraban los cartuchos, que presentan un avanzado estado de deterioro.
Los agentes de la Guardia Civil del puesto barquense custodiaron desde las 11,30 hasta las 21,30 horas de ayer las dos bolsas con explosivo Goma-2, descubiertas durante la demolición de una casa en el pueblo de Oval (Rubiá). Un equipo de los técnicos especialistas en desactivación de artefactos explosivos del cuerpo (Tedax), desplazado desde Pontevedra, los recogía a última hora de la tarde.

Las dos bolsas, que en su interior guardaban tres y 10 explosivos, fueron descubiertas por el conductor de la excavadora que trabajaba en el derribo de la casa. Ésta constaba de una bodega y una caniceira -secadero de castañas-, y era propiedad del empresario José Pomar. La compró para cederla al pueblo y permitir la construcción de una plaza. “Queremos facer unha plaza e un sitio para reunións dos veciños”, confirmó el alcalde pedáneo, Sergio López.

El conductor de la máquina trabajaba en la cantera de su propiedad, donde lleva una veintena de años desempeñando las labores de artillero, según explicó José Pomar. Esta experiencia permitió al trabajador identificar las dos bolsas de explosivos guardadas en un hueco de la pared, del cual caía al suelo una de ellas. Inmediatamente, mandaba detenerse al peón que procedía a tirar abajo ese mismo tabique.

Poco después llegaban al lugar los agentes de la Guardia Civil del puesto barquense, de la Policía Judicial del cuartel de A Rúa y un técnico de este mismo cuerpo, quienes confirmaron el hallazgo de la Goma-2.
Según el artillero que la descubrió, el material explosivo se encuentra en un avanzado estado de deterioro, estimando su antigüedad en torno a los 15 años. Los técnicos indican que la deficiente conservación resta peligrosidad a los cartuchos, pero los vecinos no las tienen todas consigo, pues apuntan que exudan nitroglicerina. “É moito máis perigoso”, comentaba José Pomar.

“Son moi perigosos ao estar corrompidos”

El explosivo de Oval fue descubierto por José Augusto Teixeira Dasilva, quien explicó que “estaba derrumbando unha parede coa pala cando vin caer unha bolsa ao solo. Eu coñezo o envoltorio, polo que parei e fun mirar”. Su observación le permitió descubrir en el interior de la bolsa “varios cartuchos corrompidos e nun buraco da parede vin outra bolsa igual”. Este trabajador trabaja como artillero enuna cantera de áridos desde hace 20 años, por lo que aseguró que “son moi perigosos ao estar corrompidos. Dentro do que cabe aínda houbo sorte, pois se é outro que non recoñecera as bolsas continuaría coa máquina”.

Finalmente, el conductor de la máquina excavadora añade que en el mismo lugar donde apareció la Goma-2 “un peón estaba encima dela, tirando a parede cun pico”, lo que provocaba la caída de grandes piedras.

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