Los titulares de las explotaciones, obligados a comprar el forraje fuera de la comunidad gallega
Los embalses del oriente provincial recuperaron los niveles normales gracias a las últimas lluvias y nieves. Los temporales los llenaron hasta un 80 % de su capacidad, según los datos que esta semana dio a conocer la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil. Pese a ello, los ganaderos siguen con el agua al cuello por la escasez de forraje. El frío y la nieve retrasan la aparición de la hierba en los montes obligando a alimentar las reses en las explotaciones con productos comprados.
"Se terminó la alimentación. El campo aún no echó nada. La helada y la sequía de hace meses dejaron las tierras muy tocadas. Hace falta que llueva, pero con una temperatura más alta. El problema está en el frío", comentó el ganadero vianés Germán Domínguez Fernández. "Se acabó la comida almacenada. ¿Cómo vamos a alimentar a los animales", añadió.
El presidente de la Asociación de Ganaderos del Macizo Central (Agromacen), Pedro Rodríguez Parente, ofreció una posible respuesta a la pregunta. "Hai xente que compra a palla vella, que a deixaron para usar como abono en Castila y León. Estamos en abril e non hai herba no monte", comentó. El portavoz de este colectivo, que reúne a 400 productores, continuó afirmando que "o gando está moi débil. As vacas non se sustentan só co penso. É un problema moi gordo".
"Outros anos, por esta época xa estaba todo o gando fóra. Este ano, todo o alimento usado nas explotacións é comprado", corroboró la coordinadora de Unións Agrarias en Viana, María Páez. "Non deu tempo a que a terra recuperase con este inverno a destempo", explicó.
El aumento de la demanda conllevó un encarecimiento del precio de un forraje que tampoco abunda en Castilla y León. De los 13 céntimos que, no hace mucho, se pagaban por kilo de alimento se pasó a los 16 céntimos, según comentaron en el sector.
Fuentes de los productores aún recuerdan la donación de dos tráilers de forraje que en noviembre recibieron de los ganaderos de Ordes y añadieron que, si las condiciones meteorológicas no varían, la situación podría complicarse muy seriamente. Quienes sembraron el forraje temprano recogerán una mala cosecha y quienes lo hicieron tarde solo cosecharán la mitad.
La carne, a precios de hace treinta años
Los datos de la Consellería de Medio Rural cuantiican en torno a 12.000 las reses que los ganaderos del oriente provincial deben alimentar, en su práctica totalidad con forraje comprado.
Para pagarlo siempre pueden echar mano de la venta de sus reses. Sin embargo, esta opción tampoco los coloca en muy buena situación.
El precio de la carne no sólo no subió en los últimos años, sino que es inferior al de hace tres décadas. El ganadero vianés Germán Domínguez recordó la venta de una ternera a 4,66 euros por kilo canal en 1989.
Hoy en día, ese mismo peso de ternera gallega suprema únicamente le reporta unos ingresos de 4,35 euros por kilo canal. "El precio está tirado. Es de hace más de 30 años", comentó el productor vianés. Más aún, si el producto no es de calidad superior, entonces la diferencia es mayor, bajando la tarifa hasta los 4 euros.
Esta situación, en parte atribuida a la crisis, coincide con un momento en el que la carne de las reses gallegas está saliendo para el exterior, por lo que es de difícil explicación. Por si todos estos factores no bastasen, la fauna salvaje está ocasionando estragos en las plantaciones y pastizales. "Os poucos prados con herba están fozados polo xabarín", recordó el presidente de Agromacen, Pedro Rodríguez.
