Valdeorras cuenta con más de 1.000 covas -bodegas subterráneas concebidas para la conservación del vino- que, en la actualidad, conforman parte del patrimonio etnográfico y vitivinícola de la zona, constituyendo, además, un ejemplo de sostenibilidad y de eficiencia energética.
Así lo puso en valor ayer la arquitecta técnico Carina Rodríguez, en el marco de su intervención en el I Foro do Camiño de Inverno por Valdeorras, promovido por la Ruta do Viño. La sesión de trabajo se desarrolló en el Centro Cultural Avenida de A Rúa y contó con un panel de expertos que centraron sus relatorios en resaltar el potencial turístico de la comarca ligándolo al Camiño de Inverno, así como a sus vinos, tradición e Historia.
Vasto patrimonio
Carina Rodríguez calificó de “vasto patrimonio” el conjunto etnográfico que componen estas construciones en la comarca. A su juicio, queda por delante “un camiño moi interesante por percorrer para dar a coñecer e promover este activo arquitectónico, único en Galicia”.
