Viticultura

Crece la plantación de cepas de blancas en viñas de tintas de Valdeorras

Esta reestructuración coincide con el arranque de 9.500 hectáreas de tintas en Burdeos

Las nuevas tendencias están cambiando al sector vitivinícola valdeorrés. El bum del godello y la sobreoferta de tinto dan pie a una reestructuración del viñedo y al cambio de variedades tintas por blancas. Esta circunstancia fue apercibida en el Consello Regulador de la Denominación de Orixe Valdeorras, que llama a la precaución. “Nosotros ya advertimos a las bodegas que podría hacer falta tinto en el futuro”, apuntó el director técnico, Jorge Mazaira.

Esta situación coincide con el debate iniciado en Francia ante el arranque de 9.500 hectáreas de viñedo -el 10% de la superficie vitícola de Burdeos-, según el Consejo Interprofesional del Vino de Burdeos. Con una tasa de 6.000 euros por hectárea y un coste de 57 millones, la medida busca reducir excedentes, mejorar la calidad y la competitividad, al  tiempo que afronta la sobreoferta y la pérdida de mercado. “En Burdeos había más tinto que blanco. Son vinos de mesa tintos que ahora tienen difícil mercado. Si tienes mucha oferta y la demanda se paraliza, los precios bajan”, explicó Mazaira.

En Valdeorras también se aprecia una tendencia a cambiar viñedos de uvas tintas a blancas. “Deberíamos pensarlo bien antes de arrancar viñedos viejos que dan una calidad excepcional, pero la economía manda”, asume el director técnico del Consello Regulador.

Otro cambio que se aprecia en el sector vivitinícola de la comarca es la apuesta de un buen número de bodegas por los vinos de barrica y de guarda. Buscan perfiles diferentes, un objetivo que facilitan variedades como el godello, la garnacha tintorera, el sousón, el caíño o el brancellao, así como ciertos mencías, caldos capaces de competir con cualquier otro de denominaciones de origen con una larga trayectoria en la elaboración de envejecidos. Esta nueva tendencia se da en una denominación de origen que, como la valdeorresa, comenzó su andadura apostando por los vinos jóvenes. “Antes, las necesidades eran abastecer de vino joven al mercado, de vino del año, y salía prácticamente todo. Además, elaborar envejecidos requiere una inversión importante y no había necesidad”, comentó Mazaira. 

En la actualidad, de las 45 bodegas de la D. O. salen aproximadamente 30 vinos de este tipo, entre blancos y tintos.  Otra novedad que se hace notar en esta Denominación es la elaboración de rosados. En estos momentos, media decena de bodegas iniciaron experiencias con estos caldos, a base de uvas de brancellao o mencía. Su inclusión en el pliego de condiciones fue aprobada en 2020 por el pleno del Consello Regulador, aunque aún faltan trámites para que esté validada.

Un curso de cata informa sobre los vinos envejecidos en Valdeorras

Una veintena de asistentes inició ayer en el hotel A Calzada, de Arcos (Vilamartín de Valdeorras), el curso de cata “El arte del vino envejecido”. Organizado por la Asociación Ruta do Viño de Valdeorras, que preside Joaquín Sánchez, en el mismo participan cursillistas valdeorreses pero también llegados desde Ourense, Ponferrada, Xinzo de Limia o Santiago de Compostela, entre otros lugares.

“El objetivo es descubrir las propiedades de los vinos envejecidos en madera”, explicó la gerente de la asociación, Cristina Núñez, que también apuntó que otra meta buscada con el curso es mostrar el territorio de Valdeorras. Los inscritos participarán en sesiones teóricas y prácticas. En este último apartado de actividades sobresalen las visitas a determinados viñedos de O Bolo así como su torre medieval.

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