Los parados aumentan la elaboración de piezas a granel y la venta de productos de huerta

La crisis recicla los restos de la pizarra de las escombreras

Lugar de Carballeda utilizado para elaborar pizarra a granel por trabajadores en paro. (Foto: L.B.)
La crisis convirtió algunas escombreras de Casaio (Carballeda de Valdeorras) en 'tajos' improvisados, donde cada vez más personas obtienen el material que necesitan para sobrevivir. Son parados del sector pizarrero que, desanimados por las sombrías perspectivas de futuro, acuden a estos lugares para producir pizarra a granel. Es un producto que la práctica totalidad de las canteras no trabaja debido a las dificultades que entraña su elaboración, pero que tiene mucha salida en la zona.
Este método de trabajo no es nuevo en la comarca, aunque nunca estuvo tan extendido como en los últimos meses. En la actualidad, quienes circulan por las carreteras del municipio de Carballeda se pueden encontrar en más de media docena de lugares con parados que dan forma a los bloques de pizarra que recogieron de las escombreras. Trabajan a un lado de la carretera, al aire libre y al rematar las piezas las introducen en los palés de madera que utilizan para transportarlas.

'Son gente que se dedica a aprovechar los bloques. La situación actual es muy complicada y la gente tiene que subsistir', apuntaron fuentes próximas al sector. También indicaron que entre la clientela hay alguna que otra empresa que acude a estos trabajadores en busca del producto que precisa para poder atender ciertos pedidos.

Otro método al que recurren los parados valdeorreses cuando ven acercarse el final de la prestación por desempleo es el laboreo de unas tierras que abandonaron en épocas de bonanza, cuando el paro era casi una anécdota en la economía comarcal. Hoy, los desempleados regresan a los pueblos para plantar patatas y productos de huerta que después venden entre sus conocidos. 'No plantan para comer, sino para vender', dijeron las mismas fuentes consultadas.

Como telón de fondo de esta situación está la cruda realidad que afrontan los 2.289 parados que la Consellería de Traballo e Benestar contabilizó en la comarca, en el pasado mes de febrero. Hace cuatro años, antes de que la crisis económica hiciese su aparición, este dato era de sólo 1.496 desempleados

El presidente de la Asociación Empresarial de Valdeorras, Javier Rodríguez, rechaza rotundamente cualquier tipo de economía sumergida.'Es la pescadilla que se muerde la cola, pues daña a la empresas y éstas no pueden contratar. No se puede permitir la competencia desleal', apuntó.

El portavoz de la patronal apuesta por la formación como única fórmula para eludir el paro. Recurre a su empresa constructora como ejemplo, pues apunta que los trabajadores de la construcción necesitan acreditar que superaron un curso de prevención laboral y que poseen la tarjeta profesional de la construcción. 'En el paro no hay gente formada. Sólo hay anotados peones. Ya planteé a los sindicatos la necesidad de organizar cursos'.

José Paradelo, secretario comarcal de UGT, afirma que entiende a quienes recurren a trabajos no regulados. 'Hay infinidad. Hasta ahora estaba el colchón de las prestaciones por desempleo, pero para muchos se terminan y no hay perspectivas de empleo', apuntó.

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