Diez maios tiran de la tradicional fiesta en O Barco

Cientos de personas participaron en la celebración, que combinó las prácticas más antiguas con la actividad artesana más actual

Diez maios inundaron de color la Praza do Concello, en O Barco. Los colegios y las asociaciones alimentan el futuro de una tradición que ayer reunió a varios cientos de personas en el centro de la villa. Hubo creaciones muy distintas, desde un pájaro en su nido o una escena tradicional del rural gallego hasta la recreación de un tapón, que confeccionó la ONG local Tapóns de Valde. Otra pieza que llamó la atención fue la de la guardería Los Juglares, en cuyo interior se colocó una niña. Para este maio fue uno de los premios, recibiendo otros dos el que elaboraron profesores y alumnos del colegio Condesa de Fenosa. Un año más, el voto aberto, destinado a que los visitantes premien uno de los maios, provocó auténticas avalanchas en la carpa del Centro Comercial Aberto, que organiza la fiesta con la ayuda del Concello barquense.

En la Praza do Concello también hubo coplas. Fueron cuatro y su lectura provocó más de una sonrisa entre los asistentes. Hubo estrofas muy críticas y reivindicativas, como las de la Asociación de Mulleres Rurais de Veigamuiños. "As mulleres somos libres,/ con dereito a decidir./ Non nos ten que dicir ninguén/ cando temos que parir", dice una de sus estrofas. La situación política también fue recogida en la pieza que escribió el colegio Divina Pastora: "A última moda/ é visitar xulgados/ entran un bo día/ e saen o pasado./ E saen o pasado/ indemnes dos cargos/ pois prevaricando/ téñense bos cartos".

La vida escolar también estuvo reflejada en estas piezas satíricas. En este capítulo hay que encasillar las coplas del colegio Condesa de Fenosa: "Os mestres do Condesa/ son moitos e xeniais/ aínda que hai algún/ que non para de vacilar". A su vez, la naturaleza y la ecología encontraron a sus defensores entre los escolares del colegio Otero Pedrayo de Viloira: "Este río tan fermoso/ que percorre o noso val/ é fonte de riqueza/ que debemos conservar".

Durante toda la mañana, tradición y artesanía fueron de la mano en la fiesta de Os Maios. Los visitantes pudieron adquirir un buen número de artículos durante su estancia en la Praza do Concello. En ella colocaron sus expositores un buen número de artesanos, algunos llegados desde fuera, como el alfarero de Niñodaguia, otros no tuvieron que viajar tanto para participar, como los puestos de productos alimenticios como mermeladas o dulces. No faltó la tradicional pulpeira, que se colocó en un rincón de la plaza.

Varias asociaciones vistieron de color solidario el festejo. Asfaval y Disvalia aprovecharon la cita para poner a la venta productos confeccionados en sus talleres y de esta forma reunir unos fondos para sus maltrechas economías. También realizó una llamada a la solidaridad Cruz Vermella de Valdeorras, aunque sus voluntarias vendiendo billetes de su sorteo. Si estos colectivos pusieron la nota solidaria, la banda de gaitas y las pandereteiras rueses de Abertal aportaron las obligadas piezas de musical tradicional.

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