La donación de alimentos cae debido a la subida de precios en la provincia de Ourense

Un transeúnte durmiendo en una calle de O Barco.
photo_camera Un transeúnte durmiendo en una calle de O Barco.
Cáritas de O Barco acusa este descenso frente a un aumento de 70 familias demandantes de ayuda

La campaña solidaria de recogida de alimentos de Cáritas Interparroquial de O Barco de Valdeorras acusa un cierto descenso en la entrega de donativos. “La respuesta de la población va mermando. Son muchos años seguidos agravándose la situación”, comentó su director, Julio Mourelo. “Se nota que está siendo floja. Afecta todo. La bolsa de la compra subió muchísimo”, comentó la trabajadora social, Isabel Álvarez. A este descenso hay que añadir que cada vez son más las personas necesitadas.

Según los datos que maneja Álvarez, en el último año fueron 70 las familias que se dieron de alta en la ONG diocesana, elevando a 500 las personas que acuden a sus instalaciones en busca de apoyo, sumando 1.065 las ayudas solicitadas. Hace un año, fueron 453 las personas que se beneficiaron de la labor de Cáritas barquense, tras solicitar 938 ayudas. En todo 2021 la relación de inscritos solo había aumentado en 37 familias.

El aumento de las solicitudes de ayuda vacía las existencias de alimentos en las estanterías de la entidad benéfica y de ahí la importancia de campañas como la que todos los años desarrolla la diócesis de Astorga, denominada Operación Kilo. En los supermercados de O Barco avanza muy lentamente, una circunstancia que contrasta con el apoyo recibido de los alumnos del colegio Divina Pastora, quienes donaron casi media tonelada de alimentos -448 kilos, más concretamente-, y los trabajadores de las empresas Autoneum (109 kilos) -muchos de cuyos operarios entregaron sus cestas navideñas- y Cupa Group (212 kilos). Los empleados del grupo empresarial pizarrero con sede en Carballeda también aportaron este año juguetes destinados a los niños de familias necesitadas.

La campaña de la Operación Kilo finalizará a principios de enero de 2023, pero las ayudas prestadas ya hacen precisa la incorporación de prácticamente todo tipo de alimentos. En este sentido, Isabel Álvarez apuntó que, por primera vez, Cáritas de O Barco se vio obligada a comprar paquetes de pasta, un alimento que nunca antes había escaseado en las baldas de su almacén.

“Nos entra más gente que habitualmente. Hay más demanda de alimentos, pues antes, las familias esperaban más antes de venir. Ahora, la subida de los precios afectó mucho. Tenemos carencias de todo”, explicó Julio Mourelo.

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