Las productores generalizaron los trabajos de recogida de la uva en la Denominación de Orixe Valdeorras. El 29 de agosto, abrieron fuego una bodega de Petín y otra de Córgomo: María Teresa Núñez Vega y Santa Marta S. A. T., esta última para elaborar vino tostado. En un primer momento, el Consello Regulador estimó que estaba ante una más que buena cosecha, calculando entre 6 y 6,5 millones los kilos, cuando hace un año, el mildiu había reducido este dato a 4,7 millones.
Sin embargo, con el paso de los días, el optimismo fue menguando entre los viticultores. Fuentes del sector indicaron que la campaña puede ser buena, pero podría diferir de las estimaciones iniciales. En este sentido, un productor de O Barco comentó este sábado que la falta de lluvia está afectando de forma negativa a la fruta. Añadió que la sequía esté favoreciendo la recogida de unas uvas con un nivel de azúcares y grado muy altos (en muchos casos supera los 13), pero en una cantidad inferior a la prevista en un principio.
Esta situación trastocó los planes de algunas bodegas llegadas a Valdeorras desde otras denominaciones. Si, en un principio, planearon autoabastecerse con su propia producción, la merma de la producción las obligó a contactar con los viticultores que las abastecieron otros años, una circunstancia que fue bien recibida por estos, que confían en que tire hacia arriba de los precios.
La incorporación de las bodegas cooperativas de O Barco (Jesús Nazareno) y A Rúa (Virgen de las Viñas), con 350 y 250 socios, respectivamente, generalizó la campaña de vendimia en la comarca. Ambas entidades aún continuarán dando entrada a la uva durante días. En el caso barquense, el 28 de septiembre fue fijado como límite para la recogida.
