La iniciativa surgió de los vecinos, que lo instalaron el pasado domingo
Las vistas sobre el valle de Valdeorras, sin parangón; el descanso, óptimo. En las alturas de Valdeorras tienen un nuevo banco para descansar. Se encuentra en el camino entre el pueblo barquense de Fervenza y el vilamartinés de Correxais, y sus tallas son el espejo de la cercanía entre ambas parroquias.
Fueron los vecinos de Fervenza los que dedicieron instalarlo, colocándolo este domingo en un lugar que permite observar una panorámica espectacular del paso del Sil entre las montañas. Se trata de una peña casi en el límite entre ambas parroquias, aunque aún en terreno de O Barco.
El banco indica la dirección que se debe seguir para ir a cada uno de ambos pueblos. Según explican desde el Punto de Información y Dinamización Turística de O Barco, "busca simbolizar as boas relacións que estes dous pobos mantiveron no tempo", algo en lo que influye la cercanía entre ambas localidades a través de un camino de montaña -tuvieron que llevar el banco a mano ya que no pasaba el tractor- que las une.
Ahora también las une este banco, símbolo de hermanamiento. "Os que o fixeron querían un banco pequeno, íntimo, como moito para dúas persoas", explican desde la oficina. Además de las indicaciones para orientar a los caminantes, también hay dos inscripciones: "Non hai viño malo" y "Sentidiño que cabeza ten calquera".
Bancos en miradores: el descanso en lugares pintorescos
Los bancos en miradores están de moda. Además de este, a lo largo y ancho de la provincia hay muchos más lugares donde sentarse y contemplar de vistas espectaculares. Sin salir de Valdeorras, el banco del mirador de Salesa en O Bolo es candidato a "más raro del mundo".
También hay bancos pintorescos en la Ribeira Sacra, Ourense, Sandiás o Ribadavia, entre otros. En ellos se puede descansar llenando los ojos.