La obra incrementa la seguridad de los dos pasos subterráneos ourensanos y del leonés de Barosa
Los tres túneles de la carretera N-120, ubicados en las inmediaciones del límite provincial de Ourense y Lugo, dispondrán antes de final de año de unos sistemas de seguridad adaptados a la normativa vigente. Los trabajos iniciados en los denominados El Estrecho, Covas (Rubiá) y La Barosa (León), que obligan a extremar la seguridad a los conductores que circulan por este tramo, contemplan la instalación de fibra óptica. Este cableado conectará los equipos con el centro de coordinación, ubicado en La Barosa (León), según pudo saber este diario.
También está prevista la mejora de los sistemas de antiincendio, dotando a estos puntos con detectores de CO2 y concentraciones de otras sustancias. Su eliminación será posible gracias a los ventiladores colocados en la parte superior, para cuyo funcionamiento está siendo instalado el transformador que permitirá la potencia necesaria.
Estas obras persiguen adaptar las características de los túneles a las normativas legales, la 2004/54/CE, de la Unión Europea, y el Real Decreto 635/2006, del Ministerio de Fomento. La antigüedad de estas infraestructuras, muy anterior a la aprobación de las normas, propició su incumplimiento. Una reunión de diferentes responsables de servicios de emergencias con la Guardia Civil de Tráfico, desarrollada hace un par de años, sentó las bases del proyecto que se está ejecutando.
La mejora de los tres pasos citados fue incluida por Fomento en una relación de ocho, de carreteras gallegas -también está el túnel lucense de Montefurado-, asturianas y cántabras. Su presupuesto supera los 2,24 millones de euros.
