El observatorio astronómico de A Veiga comenzó a escrutar el cielo de Trevinca. A la espera de que abra sus puertas a los visitantes, Óscar Blanco y Pablo Canedo, responsables de la instalación de los equipos, ya pudieron comprobar que su funcionamiento es más que correcto. Imágenes como la de la galaxia Andrómeda (M-31) solo son una muestra de las posibilidades que estarán al alcance del público.
La instalación finalizó, pero aún no hay fecha para que abra sus puertas a los aficionados a la astronomía. La crisis sanitaria del covid-19 afectó a la puesta en marcha de un proyecto, que centrado en el cielo de Trevinca, está captando numerosos visitantes para el Concello. La actitud prudente del equipo de gobierno que dirige Juan Anta Rodríguez optó por retrasar la apertura buscando minimizar el riesgo de contagio. En todo caso, no es la única razón. La pandemia también demoró los trabajos de acondicionamiento y asfaltado del acceso al observatorio, cuyo firme, aún de zahorra, no impide que sean muchos los grupos que acceden al lugar donde fue construido.
Son tres los telescopios instalados en el observatorio, dos nocturnos y uno solar. Este último es portátil y permite trasladarlo al exterior para realizar observaciones diurnas. Los otros dos están destinados a la noche y son distintos. Uno, de manejo más sencillo, ya permite realizar fotos espectaculares del cielo. El segundo tiene por finalidad estudiar el firmamento de A Veiga, un cometido en el que colaborará con otros observatorios, con algunos de los cuales ya comenzaron los contactos.
El centro fue diseñado para recibir visitas guiadas de grupos y los interesados, además de tener la posibilidad de realizar observaciones con un especialista, también podrán recorrer exposiciones y realizar otras actividades. En la actualidad, los visitantes pueden contemplar una muestra de imágenes de contaminación lumínica o bien una colección de meteoritos, además de observar el cielo del Concello en su planetario y realizar un viaje por el espacio en realidad virtual.
En la ubicación del observatorio jugó un papel importante la ausencia de contaminación lumínica, una circunstancia que permitió al Concello obtener la acreditación de Destino Turístico Starligth. Impulsada por la Fundación Starligth. Vinculada al Instituto Astrofísico de Canarias, tiene el respaldo de la Unesco, Organización Mundial del Turismo y Unión Astronómica Internacional.
Este interés turístico es confirmado por Juanjo Lorenzo, responsable de la empresa de turismo activo Terras Alta de Trevinca y también presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo de Trevinca (Trevihost). Explicó que la pandemia del covid-19 jugó un papel importante a la hora de impulsar las vacaciones en el rural. "Se nota que hai unha inquietude maior polo ceo e a natureza", comentó, refiriéndose al aumento de un turismo de proximidad, este año.
"Esta semana que remata tivemos grupos prácticamente tódolos días", comentó. Falló un día, pero fue debido a un cielo nublado. El observatorio astronómico pondrá fin a este hándicap, pues siempre será una alternativa a los dos miradores del Concello: As Tabillas y O Rañadoiro. "Esta semana tivemos que suspender algunha actividade e, ao ter o planteario, as circunstancias meteorolóxicas pasan a un segundo plano", comentó Juanjo Lorenzo.
