Un vecino de O Barco de Valdeorras fue encontrado muerto en su vivienda por la persona que lo atendía. Jesús F. R., de 62 años, se movía en silla de ruedas y vivía solo en el primer piso del número 17 de la calle Rubiá, dentro de la urbanización A Cerámica.
A la espera de conocer los resultados de la autopsia, todo parece indicar que la muerte del sexagenario barquense fue provocada por la inhalación del humo procedente de las llamas de varias sillas que ardieron a causa de una estufa de butano. El fallecido fue encontrado en el suelo, a escasa distancia de una ventana del salón, en tanto que la silla de ruedas quedó en la entrada de la estancia, según apuntaron fuentes consultadas por La Región.
El lugar donde fue localizado el fallecido apunta a que este trató de alcanzar la ventana del salón para abrirla y así dar salida al humo acumulado en la vivienda, según añadieron las mismas fuentes. Sin embargo, su intento resultaría infructuoso cayendo en el lugar donde fue encontrado. Posteriormente, el fuego se iría extinguiendo al agotarse el oxígeno del salón.
En todo caso, el hecho de que en el lugar hubiese una estufa de butano y que no hubiese llamas generó confusión y en un principio también hizo pensar en que la intoxicación fue provocada por inhalación de gas.
La llamada de alerta al 112 fue realizada a las 13,00 horas, desplazándose hasta la vivienda miembros del GES Valdeorras, cuyas instalaciones están en la misma calle donde vivía el fallecido. También fue movilizada una ambulancia del 061 barquense, cuyos sanitarios no pudieron hacer nada por él. Además, acudieron al lugar agentes de la Policía Local y efectivos de la Guardia Civil. Posteriormente, el cadáver fue trasladado en un coche fúnebre al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense para practicarle la autopsia. El entierro de Jesús F. R., cuya muerte causó una fuerte conmoción en la villa barquense, tendrá lugar mañana, miércoles, a las 12,00 horas, en el núcleo barquense de Santigoso.
Es el segundo fallecimiento causado por inhalación de humo en poco más de dos meses. El pasado 17 de noviembre, una mujer de 91 años falleció en el incendio de su casa de la aldea de Outeiro (Petín).
