JUICIO

El homicida de Verfondern: ‘Disparei porque ía como tolo'

photo_camera Juan Carlos Rodríguez, cubierto con una cazadora, a la entrada del Juzgado de O Barco.

El vecino de Santoalla en prisión afirma que se enfadó al ver que el holandés conducía muy rápido 

El homicida confeso del holandés afincado en Santoalla, Martin Verfondern, le mató porque conducía rápido a la entrada de la pequeña localidad, tal como se desprende su confesión en el juzgado y cuyos detalles se conocen tras la apertura del secreto de sumario. Según admitió Juan Carlos Rodríguez González (47 años) ante el juez instructor, "disparei porque ía como un tolo". La somera explicación dada es que tuvo que apartarse del camino para evitar que el todoterreno del holandés lo alcanzara, ya que, dijo, conducía de forma temeraria. El incidente, según sus palabras, tuvo lugar a la entrada del pueblo y no fue premeditado.

Posteriormente, sería su propio hermano, Julio Rodríguez González, que andaba por la zona y escuchó el disparo, quien se hizo cargo del cuerpo sin vida de Verfondern al comprobar que su hermano lo había matado. Lo trasladó a un paraje de A Veiga situado a 10 kilómetros en donde abandonó el cuerpo y el vehículo de la víctima, que había conducido él mismo hasta ese lugar, regresando a casa a pie.

Juan Carlos Rodríguez ingresó en la prisión de Pereiro de Aguiar, imputado en un delito de homicidio el pasado 2 de diciembre. Tanto el representante del ministerio fiscal como su propia letrada pidieron al juzgado instructor un reconocimiento de los forenses del Imelga para dictaminar su discapacidad mental, ya que está aquejado de una minusvalía psíquica, así como otras pruebas de tipo psiquiátrico. Todo ellos tendentes a averiguar su capacidad intelectual y volitiva para poder determinar hasta qué punto era consciente de la ilicitud de su conducta cuando disparó a su vecino. La imputabilidad penal depende de esa prueba.

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