Los actos religiosos fueron seguidos de una comida popular y bailes en el área recreativa de O Salgueiral
Los problemas de flotabilidad de varias lanchas y la ausencia de los palistas del Club Fluvial Barco -buena parte de ellos compitieron un día antes en el Descenso del Sella- redujeron a dos barcas y tres piraguas la participación en la procesión de la Virxe da Barca. En la 15ª edición de la romería barquense, fueron muchos más los que siguieron el paso de la reducida comitiva desde las dos orillas.
Un grupo de ellos, al que se sumó una charanga, aguardó la llegada de la imagen en el lugar del desembarco, desde donde la acompañaron hasta el área recreativa de O Salgueiral. En este pulmón de la villa fue oficiada la misa que precedió a la sesión vermut y a la comida popular.
Protegidos de un sol castigador bajo los árboles del área recreativa, los romeros degustaron un menú compuesto por empanada, paella y bica.
Antes de abandonar O Salgueiral, y como ya viene siendo tradicional, los asistentes se sumaron a una sesión de baile que amenizó el trío Los Ángeles.
