entrevista

"El incremento de la burocracia está llevando la parálisis a la administración"

El alcalde de O Barco y presidente de la Fegamp, Alfredo García, en su despacho (XESÚS FARIÑAS).
photo_camera El alcalde de O Barco y presidente de la Fegamp, Alfredo García, en su despacho (XESÚS FARIÑAS).

Alcalde de los alcaldes gallegos los últimos cuatro años al frente de la Fegamp, celebró sus dos décadas de regidor en O Barco con una sólida mayoría absoluta en mayo. Pide a Diputación y Xunta actos para vencer la desconfianza de Valdeorras hacia Ourense a la vez que apuesta por potenciar las comarcas como uno de los ejes del futuro del rural 

Alcalde de los alcaldes gallegos los últimos cuatro años al frente de la Fegamp, celebró sus dos décadas de regidor en O Barco con una sólida mayoría absoluta en mayo. Alfredo García (León, 1955), no se pone topes en la Alcaldía –"no me los puse nunca, aunque es obvio que los años pasan y nadie es eterno"– tras un mandato en el que se desbloquearon la circunvalación norte y la A-76. 

¿Valdeorras está más cerca ahora mismo de Ourense o de Madrid?

Ahora se tarda menos en ir a Madrid, y se tarda más en llegar a Ourense. 

Me refería emocionalmente. 

(Ríe) No queremos ser negativos pero evidentemente... hay una gran asignatura pendiente. 

¿Es tarea de Ourense coser la relación con Valdeorras?

De siempre, Valdeorras ha sentido una cierta lejanía de la capital. Es la capital la que tiene que demostrar que no es así. La última polémica: cuando conseguimos desde el Eixo Atlántico (la preside desde 2017) que el corredor ferroviario pasase por Monforte y O Barco y surgió el debate si tenía que ir directo por  Zamora. Detalles así no ayudan. 

Feijóo reconoció que había un déficit de infraestructuras, y de atención, con Valdeorras.

Es la realidad. 

Habla de los fantasmas históricos. El último, el área sanitaria. 

Ha sido el golpe más grande que sufrimos. Volver a la desconexión. Cuando habíamos conseguido una cierta autonomía, con un hospital puntero, servicios muy buenos... al final volvemos a la dependencia. Se percibe claramente en el hospital. 

¿Y ahora? ¿Ha arreglado su relación con el conselleiro Almuíña?

Almuíña tiene problemas en todas partes. El tema de la reforma sanitaria y la desaparición de la autonomía de los hospitales comarcales, los centros de salud, la Atención Primaria... En fin, debería hacérselo mirar. 

Desde Santiago se defiende que las cosas han mejorado, y que la polémica se ha politizado.

Eso no es cierto. Y lo saben perfectamente. En todos los concellos de Valdeorras hay problemas, en todos hay protestas. Es generalizado. Hay una realidad. Lo que tiene que presentar la Xunta es cuánta gente iba a Ourense antes a citas médicas hace 15 años y cuánta va ahora. Que saquen esos datos. Ojo, que sabemos perfectamente que hay especialistas y consultas que tocará ir a Ourense. Utilizan contra nosotros lo de: 'Han dicho ustedes que va a desaparecer el hospital'. No, no lo hemos dicho nunca. Lo que decimos es que se está deteriorando la atención. 

¿Dónde deja el argumento de que esta es la manera de hacer atractiva el área para los especialistas?

Siempre hay argumentos para todos los gustos. Habrá que planificar.  Galicia debe tener claro lo que necesita, y poner los medios para cubrir las plazas. Tenemos especialistas que no quieren ir a O Barco, a Burela... Pues hay que hacerlo atractivo. ¿Cómo? Para eso está la Consellería. No hay aulas sin profesor. No debería haber vacantes en un centro de salud. 

¿Cómo valora la capacidad de la Xunta a la hora de negociar estos temas centrales?

Para llegar a acuerdos hay que querer llegar a acuerdos. Es una máxima que en la Fegamp intentamos llevar a cabo. Tengo mis dudas que esa capacidad de consenso... intenté a hablar con el tema de la reforma sanitaria, pedí entrevistas... la decisión estaba tomada y no había el más mínimo interés en modificar nada. Así es imposible. 

La oposición carga ahora contra la Lei de impulso demográfico.

No podemos fijar la población sin empleo. La gente sin trabajo irá a dónde lo haya. ¿Dónde hay menos empleo? En el interior de Galicia. Se nos está despoblando. ¿Cómo se revierte? Fomentando la instalación de empresas. ¿Es fácil? No. ¿Se puede revertir a medio plazo? Probablemente, no. Pero solo con medidas puntuales no se va a revertir. La solución pasa, o puede pasar, por potenciar las cabeceras de comarca. Los vecinos de esa comarca sabrán que a poca distancia están los servicios que le darán esa vida de calidad a la que aspiran. Es dificil pensar en La solución. Lo que existirán serán pequeñas soluciones que sumándolas... Este es el gran problema que tiene Galicia, España, Europa...

¿Y el trabajo de la Xunta?

No ha tenido un plan. Ha habido medidas. El territorio tiene un potencial tremendo. Tiene que haber ayudas. Si viene una gran empresa le damos ayudas a saco. Pues a lo mejor la gran empresa de Galicia  es el territorio. Hay que planificar. Y con un consenso político. Sabiendo que funcionará a largo plazo. 

A la hora de centralizar esos servicios en las comarcas. ¿Falta valentía o visión?

No lo sé. Habría que preguntarle a ellos. Pero no veo otra solución para los problemas del rural. 

¿La fusión de concellos es un brindis al sol?

Desde la Fegamp siempre hemos dicho que la fusión no es una solución. Y está demostrado. No ahorra. Al final a la gente hay que atenderla, y hay que atenderla allí donde vive. Si coges cinco concellos y los fusionas, luego habrá que atender a todos esos vecinos. ¿O qué hacemos, fusionamos también a los vecinos y los llevamos a la capital?  Lo que hay que hacer es colaborar por comarcas. Y con determinados servicios se puede. El ciclo del agua es cada vez más complejo. Entre todos los concellos... el resultado sería mejor, y más barato. Pero no hay voluntad política. 

¿Qué rol juegan las diputaciones?

Pueden jugar un papel importante o simplemente uno residual, como pasa aquí (se refiere al Consorcio del Agua de Valdeorras, donde está la Diputación). 

¿Cuál es su relación con Baltar tras la reprobación?

Institucionalmente, después de declarame "persona non grata" hemos hablado. Personalmente no soy rencoroso. Las relaciones son escasas, pero son escasas con todo el mundo. El presidente de la Diputación, sea quien sea, tiene que asumir el liderazgo de la provincia. Y no sé... no sé si hay un plan de provincia, no sé si sabemos lo que queremos, a dónde queremos ir ni cómo queremos llegar. Ahí está el último mandato y sus resultados. Ahora empieza uno nuevo, vamos a ver qué sale de ahí. 

¿Cómo lee el pacto con DO?

Es difícil de entender. Los políticos estamos mal valorados por la ciudadanía, y muchas veces es por méritos propios. No se puede estar diciendo que una cosa es negra durante cuatro años y de pronto, de la noche a la mañana, decimos que es blanca y nos quedamos tan tranquilos. Hay que ser coherentes. Cuando la pierdes, es complicado que la gente crea en ti. 

¿Qué balance hace de sus cuatro años en la Fegamp?

Satisfecho, ha habido muchos acuerdos importantes. Falta mucho por hacer, pero el balance es positivo.  

Lo que está claro es que hace falta darle una vuelta a lo que se pide a la administración local. Cada vez se exige más a los concellos. 

Cada vez hacemos más. En el ámbito municipal se ha perdido la última legislatura en Madrid, en la que había muchas expectativas. Cambiar la ley de sosteniblidad, clarificar... No queremos quitar competencias ni servicios, lo que queremos es que no haya duplicidades y tener financiación. Mirar cuánto cuesta dar estos servicios De eso es lo que nunca quieren hablar. Este es el caballo de batalla del futuro Gobierno central.

¿La burocracia y las nuevas obligaciones ahogan a las concellos?

No solo no te doy fondos, si no que te impido que te los gastes. No podíamos gastar nuestro superávit. No se nos permitía completar plantillas. Cada vez tenemos menos personal y cada vez la burocracia –la llamo burrocracia– está peor. Estamos llevando a la administración a la parálisis, y eso redunda en un peor servicio. Son muchas cosas que habría que hablar. La ley de contratación es absurda. Demuestra la duda permamente que las administraciones grandes tienen de la pequeña. Si tengo que comprar un bolígrafo, y tengo que hacer un concurso estoy perdiendo el tiempo. Cuando un Concello pequeño compra bolígrafos, lo normal es que lo haga a la librería del pueblo. Que es la que paga impuestos y genera riqueza allí. Y si para cualquier cosa hay que hacer un concursillo... otra cosa es que se termine por incumplir, que es lo de siempre en este país: legislamos, legislamos y luego no se cumple. 

Porque cumplir todo es inviable. 

Pues no legisles, revisemos la normativa y vemos qué se cumple y qué no. 

¿La ley de contratos daña a la economía local?

Totalmente. Ahora cualquier obra debe salir a subasta. Lo único que cuenta es el dinero. Al final no hay nadie satisfecho con esta historia. Pero estoy seguro que hay algún funcionario, en las grandes instancias, con nosecuántos másters y un ordenador... Ahí funciona todo. Pero  esas normas luego van al diario oficial. Y ahí empiezan los problemas. 

Se le ve pesimista. 

Cada vez somos más burócratas, Europa, Madrid,  las CCAA.. y al final los ayuntamientos. Y el ciudadano ve cómo nadie le resuelve sus problemas. Mire. Con la tormenta del otro día volvió a salir el debate del estado de los ríos, su limpieza... ¿Se pueden limpiar los ríos? ¿Se pueden cortar los árboles que hay a la orilla? Sí, se puede. Evidentemente. ¿Se limpia? No. ¿Por qué la gente no limpia, cuando antes sí lo hacía? Pues por una razón muy sencilla; está harta de tanto papeleo, de pedir permiso para todo. Está harta de la burocracia. Sobre esto no reflexiona nadie. Sacamos una ley nueva, que no sabemos quién la hecho -Bruselas, Madrid...- y luego, cuando la vamos a aplicar en Galicia... es inviable. 

El problema es que el Concello no atiende al vecino, que se desespera porque hay baches, suciedad... y ahí aparece el populismo, la antipolítica de Jácome. 

Correcto, correcto. De momento votaron a Jácome. Vamos a ver ahora lo que hace Jácome y cómo resuelve los problemas burocráticos. Porque la rueda sigue. Ahora mismo es muy dificil gestionar la política. Cada vez más. Noto una diferencia tremenda entre cómo resolvíamos los problemas en mi primer mandato (1999-2003) y las vueltas que hay que dar ahora para resolver el mismo problema. Ni punto de comparación. 

¿Un Concello puede fiscalizar las franjas de seguridad?

Es imposible. La ley de sostenibilidad dice que no se puede activar un nuevo sercicio sin su dinero.Pues mire la ley del bienestar animal. Ahora coges un perro abandonado, y tienes la obligación de mantenerlo mientras viva. Antes hacías gestiones, llegabas a acuedos con protectoras, si estaba enfermo lo podías sacrificar... No sé cuál es la solución, y no me opongo a esta  ley, que quede claro. Pero si los Concellos vamos a a tener a un animal durante 10 años, eso tiene un coste. El que decide esto deberá poner el dinero. Pero no se hace. Las franjas de seguridad, lo mismo. Siempre he sido claro.'¿El 31 de mayo van a estar desbrozado'? No. ¿Por qué? Porque es imposible, se tarda mucho tiempo en identificar a los dueños de las fincas y que firmen el convenio con Seaga.  ¿La administración electrónica? Un Concello con 5 trabajadores, ¿tiene un experto para activar eso? Es muy bonito decir:  'Acabamos de aprobar una orden por la que a partir del 1 de enero en toda España la administración será electrónica'. Y hay alguien que se queda tan ancho. Hasta resopla de satisfacción.A ver si se lo cree él. Los demás sabemos que eso no será así. 

¿Qué solución observa?

Que legisle el que esté pegado al territorio, a la gente. ¿Quién está pegado a la gente? Los alcaldes. La administración local. Los municipalistas debemos seguir trabajando porque tenemos muchas posibilidades de ser la solución al problema.

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